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Felipe VI y la reina Letizia inauguran este lunes su agenda internacional con una visita oficial al Vaticano, donde serán recibidos por el Papa Francisco, quien ya tuvo ocasión de reunirse hace tres meses con ellos, cuando asistieron, como Príncipes de Asturias, al inicio de su pontificado.

El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, les acompañará en esta visita, que únicamente incluirá la audiencia con el pontífice -y el habitual encuentro con el secretario de Estado vaticano, Pietro Parolin, que se celebrará a continuación- y a la que seguirán en las próximas semanas tres viajes oficiales a los países vecinos: Portugal, Marruecos y Francia, en este orden.

Es previsible que en la reunión con el Papa se trate la invitación, trasladada en su día al pontífice por los obispos españoles, para que visite España el año próximo con ocasión del quinto centenario del nacimiento de Santa Teresa de Jesús, una posibilidad que también fue abordada durante la audiencia que ofreció el pasado 28 de abril a los Reyes Juan Carlos y Sofía.

El Papa Francisco se convirtió con aquel encuentro en el sexto pontífice que recibía en el Vaticano a don Juan Carlos y doña Sofía, quienes viajaron a Roma para representar a España en la canonización de Juan XXIII y Juan Pablo II en la que era ya su decimocuarta visita a la Santa Sede.

La Casa del Rey ha querido dejar claro en todo momento que la circunstancia de que la primera visita internacional de los nuevos Reyes sea al Vaticano no tiene nada que ver con ninguna tradición ni con el deseo de compensar la ausencia de símbolos o ceremonias religiosas en las jornadas de abdicación de Juan Carlos I y proclamación de Felipe VI.

Según precisan fuentes de la Casa, se buscaron fechas para concretar las primeras visitas internacionales con Francia, Marruecos, Portugal y el Vaticano, sin prefijar ningún orden, y, de los cuatro Estados, fue la Santa Sede el que ofreció la fecha más cercana en el tiempo.

Los actos institucionales de abdicación y proclamación no estuvieron acompañados de símbolos o ceremonias católicas de acuerdo con el carácter aconfesional que marca la Constitución Española, si bien el domingo de la primera semana de reinado Felipe VI, la Reina Letizia y los Reyes Juan Carlos y Sofía asistieron a una misa privada en la capilla del Palacio de la Zarzuela.

El arzobispo de Madrid, cardenal Antonio María Rouco Varela, y el arzobispo castrense, Juan del Río, oficiaron esta ceremonia religiosa privada, de la que la Casa del Rey no facilitó imágenes fotográficas y televisivas y tampoco proporcionó datos sobre el resto de asistentes.

Don Felipe y doña Letizia fueron recibidos juntos por primera vez en audiencia en el Vaticano por Juan Pablo II, el 28 de junio de 2004, unos días después de su enlace matrimonial en la catedral madrileña de la Almudena, y el 1 de mayo de 2011 encabezaron la delegación española asistente a la misa de beatificación de este Papa bajo el pontificado de Benedicto XVI.

Tras su visita de mañana a la Santa Sede, los nuevos Reyes tienen previsto reunirse el 7 de julio en Lisboa con el presidente Anibal Cavaco Silva, mantener un encuentro en Marruecos con el Rey Mohamed VI el día 14 y entrevistarse unos días más tarde en París con el presidente francés, François Hollande.

Además, están invitados a asistir el 4 de agosto en Lieja, junto a otros jefes de Estado, a los actos conmemorativos del centenario de la Primera Guerra Mundial que rememoran el decisivo momento en que Bélgica, al negar el paso por su territorio a las tropas alemanas, se convirtió en una trinchera permanente y un Estado ocupado.

A falta de concretar la agenda oficial de los Reyes a partir de agosto, tampoco se descarta que el nuevo Monarca encabece en septiembre la delegación española que acudirá a Nueva York para participar en la Asamblea General de la ONU.