El ministro Margallo rechaza que Catalunya pueda votar la secesión. | Juan Carlos Hidalgo

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El ministro de Asuntos Exteriores y Cooperación, José Manuel García Margallo, ha cerrado la puerta a un referéndum pactado y ha apostado por «buscar una fórmula» que permita a Catalunya encajar en España a través de una reforma de la organización territorial del país respetando siempre la unidad de España y una revisión del modelo de financiación.

Margallo ha dejado claro que «no es posible un referéndum pactado» en Catalunya y sólo podría optar por una declaración unilateral de independencia, lo que a la vez supondría su salida inmediata de la Unión Europea. «El 'adéu' a España es el 'adéu' a la Unión Europea», ha advertido el ministro de Exteriores.

El ministro ha insistido en que un referéndum pactado no es posible en la Constitución Española ni en ninguna de las demás constituciones «presentes y pretéritas», sólo en Reino Unido porque allí no hay un ordenamiento constitucional escrito.

«Queda claro que no cabe una secesión pactada, sería una declaración unilateral de independencia que tendría consecuencias gravísimas para España y también para Catalunya», ha insistido. Y además, ha recordado que según el tratado europeo, cualquier territorio que se escinda de un estado miembro queda excluido «automáticamente» de la Unión Europea.

Negociar

El portavoz del Govern, Francesc Homs, ha asegurado que su ejecutivo insistirá en el diálogo con el Gobierno central, aunque ha dicho que el Ejecutivo de Mariano Rajoy «no quieren negociar». Homs ha asegurado que su ejecutivo «no se dejará impresionar» por declaraciones contrarias al proceso soberanista catalán, como las de García-Margallo.

Preguntado por las declaraciones del ministro de Exteriores contrarias a una consulta pactada como la que desea el presidente de la Generalitat, Homs ha respondido: «No nos cansaremos de repetirlo: queremos votar. Debe ser posible votar». «La apuesta del Govern es poder votar y decidir sobre el futuro de Catalunya», un planteamiento ante el que «no se debería» ni tampoco sería «aconsejable» poner «impedimentos», porque se trata de una «expresión democrática», ha añadido el portavoz.