Recreación histórica en los actos conmemorativos del Tratado de Utrecht, ayer en Gibraltar. | Efe

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España ha recibido un pequeño regalo que no esperaba para el 300 aniversario del Tratado de Utrecht por el que cedió Gibraltar, el rechazo al Peñón por parte de la Federación Europea de Rugby, el último punto de un asunto del que España y el Reino Unido están hablando desde 2002 aunque no haya habido avances.

El Peñón, cedido al Reino Unido el 13 de julio de 1713 por el Tratado de Utrecht, ha sido objeto de disputa diplomática entre los dos países desde 1940, cuando el régimen del general Franco inició sus reclamaciones, unas reivindicaciones españolas que siempre han sido apoyadas por Naciones Unidas.

Parón

Fue el 26 de junio de 2002 cuando los entonces ministros de Asuntos Exteriores de España, Josep Piqué, y del Reino Unido, Jack Straw, hablaron de este litigio y desde entonces el parón en la búsqueda de soluciones ha sido la tónica predominante.

El control de las aguas que rodean Gibraltar es el punto más conflictivo del contencioso que mantiene España con Reino Unido sobre la Roca, que se manifiesta en tres áreas: la pesca, el medio ambiente y la lucha contra el contrabando y el narcotráfico.

España no reconoce ningún derecho a Gibraltar sobre esas aguas y considera que su vigilancia y control le compete, ya que el Tratado de Utrecht (1713) cede a la Corona británica la ciudad y el castillo de Gibraltar, junto con su puerto, defensas y fortalezas, pero no las aguas territoriales, el espacio aéreo suprayacente y el istmo.
Frente a esta postura, Gibraltar reivindica su derecho a controlar sus aguas territoriales.