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De los 54 etarras que quedarían en libertad en caso de que el Tribunal Europeo de Derechos Humanos de Estrasburgo (TEDH) derogase la ‘doctrina Parot’, hay un grupo especial de nueve terroristas que tan sólo han cumplido entre uno y algo más de dos años por cada uno de sus asesinatos.

En este grupo destacan Domingo Troitiño, con 22 asesinatos en su ‘currículum’ criminal entre atentados con resultado de muerte y asesinatos directos. Por estos crímenes ha cumplido 26 años de cárcel, apenas un año y un mes por cada asesinato. Por su parte, el etarra Juan Carlos Arruti Azpitarte cuenta con 24 asesinatos, por los que lleva 24 años en prisión.

Inés del Río, la terrorista que presentó el recurso ante el TEDH, tiene condenas 24 asesinatos por los que ha pasado 26 en la cárcel.

Otro de los históricos asesinos que podría quedar libre es José Antonio López Ruiz, alias ‘Kubati’, condenado por 13 asesinatos, incluido el de la etarra arrepentida Dolores González Catarain, ‘Yoyes’. ‘Kubati’ ha pasado en prisión 26 años, dos años por cada muerte.

De los 54 etarras que saldrían de prisión, hay 44 que cuentan con delitos de sangre. Suman miles de años de condenas por un total de 239 asesinatos.

En los últimos días el Gobierno se ha encargado de recordar que en caso de derogarse la ‘doctrina Parot’ no afectaría tan sólo a los miembros de la banda terrorista ETA, sino también de otras organizaciones.

Los GRAPO y el GAL

Es el caso de siete presos de los GRAPO, entre los que se encuentran históricos de esta banda, como Jesús Cela Seoane, y arrepentidos, como Guillermo Bautista, condenado por seis asesinatos y desvinculado del grupo, acogido a planes de reinserción y disfrutando de permisos extraordinarios de salida.

También se encuentra dentro de este grupo el integrante de los GAL Ismael Miquel Gutiérrez, condenado por la Audiencia Nacional en mayo de 1999 a 45 años y 8 meses de cárcel por el asesinato del ciudadano francés Robert Caplanne, perpetrado en Francia en 1985, al que confundió con un miembro de ETA.