El preso de ETA enfermo de cáncer Iosu Uribetxebarria, en su habitación del hospital. | Javier Etxezarreta

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La sala de vacaciones del Tribunal Constitucional (TC) ha rechazado excarcelar a 16 presos de ETA a los que se les aplicó la llamada 'doctrina Parot', al entender que la sentencia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) que amparó a la reclusa Inés del Río aún no tiene «carácter definitivo».

Estos 16 reclusos pidieron al TC que se revisara su situación a raíz de la citada sentencia del TEDH que consideró «irregular» la aplicación de la 'doctrina Parot' en el caso de Inés del Río, informaron fuentes del Constitucional, que precisan que el pronunciamiento sobre los recursos queda pendiente.

Decisión

La sala de vacaciones -integrada por el presidente del Tribunal Constitucional, Pascual Sala; el vicepresidente, Ramón Rodríguez Arribas, y el magistrado Pablo Pérez-Tremps- adoptó esta decisión tras una reunión de una hora y al constatar que esa sentencia está aún pendiente de ser recurrida ante la Gran Sala del Tribunal de Estrasburgo.

En 16 providencias, la sala «acuerda no modificar la denegación de suspensión adoptada en el presente incidente. La circunstancia sobrevenida alegada carece de relevancia suficiente por no tener la sentencia del TEDH carácter definitivo, de conformidad con lo previsto en el artículo 44.2 del Convenio Europeo para la protección de los derechos humanos y de las libertades fundamentales».

El Gobierno recurrirá el próximo mes de septiembre ante la Gran Sala del TEDH la sentencia del pasado 10 de julio en la que se mostró contrario a la 'doctrina Parot' al asegurar que mantener en prisión a Inés del Río por una revisión de la duración de la pena es «irregular», por lo que pidió su excarcelación y una indemnización de 30.000 euros por daños morales para la reclusa.

La doctrina, que toma su nombre del etarra Henry Parot, establece que las redenciones de pena deben aplicarse no al tiempo máximo de cumplimiento efectivo, sino a cada una de las condenas individualmente, lo que en la práctica supone un alargamiento de su estancia en la cárcel.