El príncipe Eduardo y su esposa, ayer en su primer acto oficial en Gibraltar. | A.Carrasco Ragel

TW
4

Miles de gibraltareños salieron ayer a las calles de su territorio para dar la bienvenida al príncipe Eduardo de Inglaterra, hijo menor de Isabel II, y su esposa, Sophie Rhys-Jones, que iniciaron una visita de tres días para celebrar con la colonia británica el 60 aniversario de la coronación de su madre, muy al margen de las quejas que el Gobierno español ha trasladado al británico porque considera esta visita «desafortunada» en el tiempo y en la forma, como dijo recientemente el ministro español de Asuntos Exteriores y Cooperación, José Manuel García-Margallo.

Polémicas

Bajo un sol de justicia, niños, adultos y ancianos se apostaron en la plaza y la calle principal de Gibraltar ondeandobanderitas británicas para estrechar la mano y saludar a los condes de Wessex, cuya visita se convirtió para los gibraltareños en una «fiesta» para proclamar su identidad británica.

La segunda visita a Gibraltar del príncipe Eduardo se produce poco tiempo después del conflicto pesquero que se ha vivido en las aguas próximas al peñón después de que las autoridades gibraltareñas impidieran faenar en ellas a los pescadores de Algeciras y La Línea de la Concepción que han pescado históricamente en esa zona, y desde 1999 en base a un acuerdo que ahora ha quedado el aire.

En la agenda de la visita de los condes de Wessex también figura la inauguración oficial de la nueva terminal del aeropuerto de Gibraltar, que funciona desde el pasado noviembre y que está construida sobre unos terrenos que España considera suyos.

Por su parte el ministro principal de Gibraltar, Fabian Picardo, declaró ayer que la colonia británica se siente «atacada y hostigada» por España, en referencia a la denuncia del Gobierno español ante la Unión Europea contra el nuevo régimen fiscal gibraltareño que reduce al mínimo la tributación de empresas, que se ha conocido el mismo día en el que el príncipe Eduardo de Inglaterra ha comenzado una visita oficial.

Picardo añadió que «a no ser que queramos vivir en un mundo que no sea real, a Gibraltar se le ataca» aunque, ha apuntado: «a nosotros nos trae sin cuidado, nos defenderemos y saldremos adelante».