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El presidente del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), Carlos Dívar, ha comparecido ante los medios de comunicación para sostener que no ha cometido ninguna irregularidad «jurídica, moral o política» al cargar gastos derivados de sus viajes a Marbella al presupuesto del Consejo.

Dívar lo ha asegurado así en una rueda de prensa ofrecida en la sede del órgano de gobierno de los jueces 23 días después de que el vocal José Manuel Gómez Benítez le denunciara por malversación ante la Fiscalía, que consideró que no había delito alguno en la actuación del presidente del CGPJ.

Forzado

Éste -que ha afirmado que comparecía por propia voluntad y sin ser «forzado» por nadie- ha dicho también que en ningún momento se ha planteado la dimisión, porque sería como asumir algún tipo de culpabilidad, y ha asegurado que continuar al frente del Poder Judicial es «un acto de responsabilidad».

Tras asegurar que siempre se ha hecho cargo de sus gastos privados y decir que los hoteles en los que se alojaba no eran de lujo, sino «bastante económicos para lo que es la zona», Dívar ha sostenido «de forma tajante» que la persona con la que compartió cenas durante sus visitas a Marbella «tiene carácter público y oficial y no responde a relaciones personales».

Así, el presidente del CGPJ no ha encontrado motivos para pedir disculpas por lo ocurrido, más allá de lamentar «profundamente» el daño que la polémica por sus viajes ha causado en la imagen de la justicia española.

Por último, Dívar, tras reconocer que la normativa del CGPJ sobre los gastos de sus miembros está «desfasada», ha anunciado la aprobación ayer de un «plan de austeridad y transparencia», que en el plazo de un mes elaborará la Comisión de Presupuestos del Consejo.