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La Bolsa española registró ayer la mayor caída del año (3,99 por ciento) y descendió hasta el mínimo del ejercicio (7.079 puntos), afectada por la recogida de beneficios, el retroceso del sector energético y la bajada de la banca. El índice de referencia de la Bolsa española, el Ibex 35, cedió 294,10 puntos, el 3,99 por ciento, el principal descenso desde el primero de noviembre pasado, hasta 7.079,20 puntos, con lo que sigue en niveles de marzo de 2009. Las pérdidas anuales se elevan al 17,36 por ciento.

En Europa, Milán bajó el 2,18 por ciento; el índice Euro Stoxx 50, el 1,66 por ciento; París, el 1,59 por ciento; Fráncfort, el 1,01 por ciento, y Londres, el 0,38 por ciento. Los mercados europeos se vieron afectados por la crisis española.

El mercado nacional comenzaba el día con un bajada cercana al 1 por ciento que le acercaba a 7.300 puntos a pesar de la subida del 1,5 por ciento de Wall Street en la sesión anterior. IBM e Intel publicaban de madrugada unos resultados que no agradaban a los inversores.

Suspensión

La Bolsa española resultaba afectada todavía por el anuncio de la expropiación de Repsol y por la venta por ACS del 3,69 por ciento de Iberdrola a un precio inferior al del cierre del mercado. La cotización de ambas compañías españolas era suspendida.

El aumento de la morosidad de la banca española hasta el 8,16 por ciento en febrero, unido a que el Banco de España había anunciado en la víspera que ha pedido a algunas entidades medidas adicionales de saneamiento, frenaba la recuperación de la Bolsa, que también bajaba por la notable caída de Iberdrola y ACS en su regreso al mercado.

En el mercado de deuda pública, la prima de riesgo ofrecida a los inversores por los bonos españoles a diez años respecto a los alemanes descendía ligeramente a los 412 puntos básicos, aunque con la rentabilidad del bono a 10 años peligrosamente estabilizada en el 5,83 por ciento. La prima de riesgo repuntó ayer después de tocar su menor nivel en semanas.