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Si la manifestación estudiantil del lunes en Valencia destacó por los enfrentamientos entre policía y manifestantes, la de ayer martes, en la que participaron miles de personas, se caracterizó por su escasa presencia policial y por la utilización de libros como símbolo de protesta. Hasta la fecha, la cifra total de arrestados en las últimas movilizaciones en las calles valencianas ha ascendido a 42 personas. Doce de los detenidos en la protesta del lunes fueron puestos en libertad con cargos.

La ciudad de Valencia vivió ayer una nueva y multitudinaria jornada de protestas estudiantiles contra los recortes en educación y la actuación policial, aunque sin incidentes, con libros como únicas «armas» y donde la polémica en torno a la intervención de la Policía ha llegado hasta el Congreso. Las concentraciones de solidaridad con los estudiantes valencianos se multiplicaron por toda España.

Marea humana

En Madrid, la protesta que partió de la Puerta del Sol llegó a la sede del PP. En cuanto a las protestas, la de ayer fue la más multitudinaria: desde el IES Lluís Vives, una marea humana con libros al viento como «armas» frente a la policía recorrió todo el centro de Valencia, desde la plaza del Ayuntamiento hasta el corazón financiero de la ciudad, pasando por la Delegación del Gobierno, la Jefatura Superior de Policía y la sede del PPCV.

Algunos lemas coreados por los manifestantes fueron «Menos policía y más educación»; «Que valents detenen als xiquets» («Qué valientes, detienen a los niños») y «Estas son nuestras armas», que gritaban mientras algunos de ellos alzaban sus libros en la mano en señal de protesta. La jornada llegó tras la larga noche de encierro de centenares de jóvenes en la Facultad de Historia, en la que fueron instruidos en tácticas de resistencia a la policía como tirar canicas al suelo o protegerse de golpes en el hígado en posición fetal.

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