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Poco más de medio año después de llegar a la Presidencia del Principado Francisco Álvarez-Cascos ha optado por anticipar las elecciones autonómicas al próximo 25 de marzo tras constatar en este periodo la imposibilidad de alcanzar acuerdos, especialmente con su antiguo partido, el PP.

Cascos firmó ayer el decreto que ponía fin a la legislatura más breve de la historia autonómica del Principado después de ver cómo su presupuesto para 2012 era rechazado en el Parlamento en lo que considera un «complot» urdido por socialistas y populares con «intereses inconfesables» para convertir Asturias en su «cortijo».

Impedir el cambio

La tónica de su comparecencia ante los periodistas, por segunda vez consecutiva sin someterse a preguntas, ha mantenido la idea repetida a lo largo de estos meses de acusar a la oposición de impedir el «cambio» reclamado por los asturianos el pasado mes de mayo cuando le dieron la mayoría en escaños.

En este periodo, PSOE y PP pactaron la Presidencia de la Junta y acordaron también, junto a IU, una ley para impedir el recorte de fondos decidido por el Gobierno para la televisión autonómica que la situó al borde del cierre y que dejó sin cobrar o en el paro a cientos de trabajadores de sus empresas proveedoras.

La oposición coincidió también en su crítica a la gestión realizada en torno al Centro Niemeyer, un proyecto que había generado una gran visibilidad nacional e internacional para una iniciativa cultural en Asturias, que el Gobierno arrebató a sus antiguos gestores a los que acusó de notables irregularidades.