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La Sociedad General de Autores y Editores (SGAE) tiene 145 millones de euros en derechos de autor sin identificar, según la auditoría externa e independiente, presentada este lunes y realizada por una Comisión de Investigación para esclarecer los hechos acontecidos en la entidad de gestión en los últimos años y que condujeron a la intervención de la Audiencia Nacional el pasado 1 de julio.

Además, este estudio indica que la entidad abonó al Instituto Nóos, que presidió Iñaki Urdangarín, 750.000 euros en cinco años por un estudio sobre su imagen.

Ramón López Vilas, catedrático de Derecho Civil, ex magistrado del Tribunal Supremo, miembro de la Academia de Legislación y Jurisprudencia, y encargado de las labores de investigación (que le han llevado a entrevistar a 49 personas de la entidad) ha recomendado a este respecto que esa identificación se haga «con mayor diligencia» para reducir ese 4 por ciento anual detectado. De no hacerlo, pasado el tiempo que establece la Ley, prescribirá.

El informe, entregado esta misma mañana en la Audiencia Nacional, pretende explicar por qué la Sociedad se vio envuelta en los ya conocidos acontecimientos, qué controles han fallado en su estructura de gobierno y qué debería corregirse para evitar incurrir en situaciones parecidas y, al mismo tiempo, posibilitar la reconstrucción de la imagen y la reputación de la entidad.

En su intervención ante los medios de comunicación, López Vilas ha puesto de manifiesto que el origen de los males de la SGAE se centraron en desviarse «de su razón de ser» como entidad de gestión, lo que le llevó a un «crecimiento exagerado y desmedido» que invadió campos como el inmobiliario.

Órganos de dirección secuestrados

Respecto a la responsabilidad de los órganos de Gobierno de la SGAE en la actuación de Bautista durante los años que estuvo al frente de la misma, López Vilas ha resaltado el sometimiento de dichos órganos directivos al presidente ejecutivo de la entidad. «Han estado dominados por Teddy Bautista», ha afirmado utilizando el término «secuestro» para referirse a esos órganos y comparando el larguísimo tiempo de Bautista al frente de la SGAE con un «régimen presidencialista» o una «monarquía absoluta».

«Bautista era el líder carismático, indiscutido e indiscutible, con poder omnímodo y promovió estrategias visionarias con un crecimiento desproporcionado y sin apenas oposición», ha declarado añadiendo que buena parte de las decisiones de Teddy Bautista eran personales y se asentaban en «la amistad» y «confianza».

En este supuesto se basan las relaciones con José Rodríguez Neri, director general de la SDAE, filial digital de la SGAE. Según López Vilas, muchas de las decisiones estratégicas en el área de Gestión de Información, que constituye una parte esencial de la actividad de las entidades recaudadoras de derechos de Propiedad Intelectual y cuyos costes se pueden considerar multimillonarios, se adoptaron en razón de la confianza personal, depositando en supuestos valores personales recursos y capacidades de decisión sin que existiera un análisis periódico real de cumplimiento de resultados.

El flujo de dinero de la SGAE a la SDAE, Portal Latino y Microgénesis (administrada por Neri) ascendió entre 1997 y 2011 a 86,1 millones de euros. De ellos, 71,4 millones fueron directamente para SDAE y una parte importante de los mismos pasó a Microgénesis y después a otras partidas (aplicaciones informáticas, préstamos y pólizas, ampliaciones de capital, etc.).

López Vilas ha criticado que Teddy Bautista (con quien se entrevistó el pasado 18 de noviembre por espacio de 12 horas) fuese quien elegía personalmente a los miembros del Consejo de Dirección de la entidad. Asimismo, ha declarado no poder atribuir responsabilidades en todo lo ocurrido a otros miembros de la Junta Directiva como Caco Senante o Inma Serrano. El catedrático ha aclarado que su misión no ha sido «un enjuiciamiento de conductas desde el punto de vista judicial».

Pagos al instituto Nóos

Por otro lado, López Vilas ha aludido a la relación de la SGAE con el Instituto Nóos, que presidió Iñaki Urdangarín hasta junio de 2006, indicando que la SGAE pagó 698.000 euros a dicha entidad entre 2005 y 2010, por un estudio sobre su imagen, a lo que añadió otra factura de 60.000 euros que facturó con el nombre de Strategic Lab Innovation. «La relación de Urdangarín respecto a este contrato fue siempre directamente con Teddy Bautista», ha precisado para después señalar que no entra en la «enjundia del estudio o si está justificado su precio, porque eso sí es competencia del juez de instrucción» encargado del caso.

Respecto al proyecto Arteria, el catedrático ha recordado que la Fundación Autor realizó una inversión en él de 255,1 millones de euros a septiembre de 2011 y que esta inversión está financiada en créditos bancarios por importe de 145 millones de euros. Se ha referido a numerosas «inversiones frustradas» en este proyecto de compra de teatros y espacios culturales que, según ha dicho, a Bautista le gustaba definir como «incubadoras de conocimiento». «Existió un alto grado de imprevisión y actuaciones basadas en decisiones individuales», ha apostillado.

Finalmente, preguntado por sus honorarios por este trabajo de investigación, López Vilas ha desvelado que rondan los 70.000 euros más IVA, una cifra que considera «muy por debajo» de su caché ("otras minutas mías sí son serias y no ésta», ha dicho). A ello hay que añadir los correspondientes a la consultora Ernst&Young, que no se han expuesto en esta larga comparecencia de López Vilas de casi tres horas.