El príncipe Felipe, durante la ceremonia de entrega de los Premios Príncipe de Asturias.

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El príncipe de Asturias considera «una gran victoria» del Estado de Derecho la noticia de que ETA asuma la derrota de la violencia terrorista y pide rendir homenaje a las víctimas «en esta hora en la que la libertad y la razón se abren camino sobre la barbarie».

Don Felipe, que ha presidido esta noche, acompañado de la princesa de Asturias y en presencia de la reina, la ceremonia de entrega de la XXXI edición de los Premios que llevan su título, ha comenzado su discurso con unas palabras dedicadas a la «buena noticia» que supone el anuncio sobre el cese de la actividad armada hecho ayer por ETA.

Tras destacar que «quienes han martirizado durante tantos años a al sociedad española con su violencia terrorista» asumen así la «derrota» de ese proceder, el heredero de la Corona ha subrayado que se trata de «una victoria de la voluntad y determinación de las instituciones democráticas, del sacrificio y el trabajo abnegado, eficaz, de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad» y del conjunto de la sociedad.

«En esta hora en la que la libertad y la razón se abren camino sobre la barbarie, quiero volver la mirada, querría que todos unidos volviésemos la mirada, con inmenso cariño y respeto hacia las víctimas, hacia su dolor, y rendir el homenaje más emocionado a su memoria, a su dignidad», ha añadido.

Las más de 1.500 personas que asisten a la ceremonia en el Teatro Campoamor de Oviedo han secundado estas palabras con una prolongada ovación puestas en pie.

También ha aprovechado las palabras dedicadas al atleta etíope Haile Gebrselassie, ganador del Premio de los Deportes y promotor de proyectos de ayuda a las poblaciones más desfavorecidas de Àfrica, para desear el «regreso a casa» de las dos cooperantes españolas secuestradas en Kenia y retenidas en Somalia.

Don Felipe ha advertido asimismo de que el «difícil tiempo» que le toca vivir ahora a los españoles con una crisis «ya larga» que provoca «graves consecuencias en todos los órdenes», exige evitar «las confrontaciones y las divisiones estériles», por lo que ha animado a respetar y ser capaces de integrar «las sensibilidades y las opiniones divergentes» en beneficio del interés general.

«Busquemos, con sentido de la responsabilidad, criterios comunes en lo esencial», ha insistido el príncipe, antes de argumentar que «debatir rigurosamente no es enfrentar, sino construir» y «aportar soluciones no es sinónimo de repudiar por sistema las ajenas».

El heredero de la Corona ha dedicado una parte importante de su discurso a reflexionar sobre una crisis económica que pone a prueba los modos de vida de los españoles y ante la que don Felipe insta a actuar «con decisión y valentía», sin pesimismo, con «espíritu colectivo de superación» y aprovechando la experiencia de que España ha logrado muchos éxitos, pero «no sin sacrificios ni renuncias».

«Hoy, más que nunca, tenemos que estar unidos en torno a nuestros grandes objetivos nacionales y, muy especialmente, para afrontar ese gran reto que es recuperar el empleo», sobre todo para los más jóvenes, «que tienen derecho a que la sociedad les abra las puertas de la esperanza», ha recalcado el príncipe.

En este escenario de dificultades económicas, considera «imprescindible» avanzar en la construcción europea, «que se encuentra hoy en una de las encrucijadas más decisivas de su historia», y también cree necesario «engrandecer» la solidaridad de los españoles con «quienes más lo necesitan».

En su intervención, que ha puesto fin a la ceremonia de entrega de los galardones, don Felipe ha elogiado los méritos y las trayectorias de cada uno de los premiados, que contagian «la pasión por crear, la ilusión por innovar», con valores e ideales que deben inspirar siempre a todos.

Así, después de rendir memoria al recientemente fallecido Juan Luis Iglesias, que fue secretario general de la Fundación Príncipe de Asturias, ha valorado el talento y la «exquisita sensibilidad» del director de orquesta Riccardo Muti, galardonado con el Premio de las Artes, así como el empeño del psicólogo Howard Gardner, premio de Ciencias Sociales, por mejorar la formación de los seres humanos.

Don Felipe ha destacado a continuación la «misión admirable» con la que The Royal Society, premio de Comunicación y Humanidades, extiende las fronteras del conocimiento y los esfuerzos de Bill Drayton, distinguido en la categoría de Cooperación Internacional, para «cambiar y mejorar el mundo».

Después de reseñar los nuevos caminos abiertos frente a las enfermedades neurodegenerativas por Joseph Altman, Arturo Àlvarez-Buylla y Giacomo Rizzolatti -que comparten el premio de Investigación Científica y Técnica-, ha elogiado la constancia, el talento y la sinceridad con que Leonard Cohen, galardonado con el Premio de las Letras, se esfuerza por conseguir que la poesía y la música se conviertan «en un lugar de encuentro y entendimiento».

El príncipe ha dedicado además unas cariñosas palabras a Gebrselassie, «un ídolo para millones de personas» por su voluntad, su espíritu de sacrificio y su sensibilidad ante las carencias de sus compatriotas, y ha rendido homenaje al «inmenso espíritu de sacrificio» de los «héroes de Fukushima», sobre quienes ha afirmado: «nos emociona su coraje y nos admira su fortaleza».