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La bolsa española subió hoy el 2,53 por ciento y recuperó el nivel de 7.800 puntos, impulsada por el avance de las plazas europeas y el alza de los grandes valores y de los bancos mientras Alemania y Francia maniobraban para limitar la crisis griega.

Mientras la prima de riesgo de la deuda española se mantenía en 358 puntos básicos, el índice de referencia de la bolsa, el IBEX 35, ganó 193,50 puntos, el 2,53 por ciento, la undécima mayor de este ejercicio, hasta 7.834,20 puntos. Las pérdidas acumuladas desde enero descienden hasta el 20,54 por ciento.

En Europa, con el euro a 1,367 dólares, subieron las principales plazas europeas: Milán, el 2,19 por ciento; el índice Euro Stoxx 50, el 2,09 por ciento; Fráncfort, el 1,85 por ciento; París, el 1,41 por ciento, y Londres, el 0,87 por ciento.

La bolsa nacional empezó la jornada con ganancias del 1,5 por ciento que le impulsaban hasta 7.750 puntos, que se sustentaban en el avance del 0,6 por ciento de Wall Street en la víspera.

La posibilidad de que China compre deuda italiana contribuyó a que el mercado neoyorquino subiera en la víspera y a que el comienzo de sesión en Europa fuera más relajado. El petróleo Brent avanzaba hasta 113 dólares el barril.

La canciller alemana, Angela Merkel, pedía a sus socios de gobierno que dejaran de especular sobre la suspensión de pagos de Grecia, lo que beneficiaba al mercado.

Mientras se conocía el IPC de varios países (en España cayó una décima, hasta el 3 por ciento; en Francia creció tres y se situó en el 2,2 por ciento, en tanto que en el Reino Unido aumentó dos, hasta el 4,5 por ciento), la bolsa incurrió en pérdidas y bajó hasta el mínimo anual durante la sesión de 7.505 puntos.

Después de que Italia consiguiera vender deuda a cinco años y de que la Agencia Internacional de la Energía rebajara las previsiones de consumo de petróleo, la bolsa empezó a remontar.

Se conocía que Merkel había conversado por teléfono con el presidente francés, Nicolas Sarkozy, sobre la situación griega y que iban a emitir un comunicado conjunto, lo que se desmentiría posteriormente.

La caída del 0,4 por ciento de los precios de importación estadounidenses en agosto y la estabilidad de los futuros sobre los índices de Wall Street acercaban a la bolsa a 7.800 puntos.

El anuncio de que Merkel, Sarkozy y el primer ministro griego, Yorgos Papandréu, hablarán mañana por teléfono para intentar resolver los problemas de Grecia, infundía nuevos ánimos a los inversores.

Aunque Wall Street abría con pequeñas pérdidas y experimentaba continuos altibajos sobre el nivel de cierre de la víspera, la bolsa española se instalaba sobre la cota de 7.800 puntos con la ayuda de los bancos, al tiempo que acontecía la recuperación del euro, que se acercaba a 1,37 dólares al cierre.

Todos los grandes valores del IBEX 35 subieron: BBVA, el 5 por ciento, el principal avance de este indicador, seguido por el Banco Santander, que ganó el 4,33 por ciento; Telefónica ganó el 3,11 por ciento; Iberdrola, el 2,99 por ciento, y Repsol, el 1,89 por ciento

Después de BBVA y Banco Santander, el principal avance del IBEX correspondió a Caixabank, con un alza del 3,63 por ciento, en tanto que Mapfre ganó el 3,54 por ciento, y Mediaset, el 3,13 por ciento.

Siete compañías del IBEX concluyeron con pérdidas, con IAG a la cabeza al ceder el 1,86 por ciento, seguida de Amadeus, que cayó el 0,87 por ciento, en tanto que Grifols bajó el 0,57 por ciento.

En el mercado continuo destacó la subida del 9,27 por ciento de Cleop, mientras que Reyal Urbis comandó las pérdidas con un retroceso del 7,81 por ciento.

Antes del cierre del mercado de deuda, la rentabilidad de las obligaciones a diez años española subía cinco centésimas respecto a la víspera y se situaba en el 5,36 por ciento, mientras que la prima de riesgo se mantenía en 358 puntos básicos.

El efectivo negociado se situó en 2.571 millones de euros, de los que cerca de 500 fueron intermediados por inversores institucionales.