Globos en representación de los niños robados en España entre 1950 y 1990. | Efe

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El Ministerio Fiscal tiene abiertas actualmente 849 investigaciones en toda España por casos de «niños robados, de los cuales 162 casos han sido ya trasladados a los juzgados al haber observado indicios delictivos, que serán calificados como detención ilegal con la agravante de que afectaban a menores de edad.

Así lo ha avanzado en Valencia el fiscal general del Estado, Cándido Conde-Pumpido, tras una junta de fiscales superiores autonómicos en la que se ha acordado unificar los criterios de actuación -entre ellos la calificación del delito- ante las múltiples denuncias por la desaparición de niños recién nacidos en un periodo comprendido entre los años 1950 y 1990.

Según ha concretado Conde Pumpido, de las 849 investigaciones abiertas en el conjunto de fiscalías territoriales, 162 han sido «judicializadas», y otras 38 que también fueron presentadas al margen de estos casos han sido archivadas por la inexistencia de indicios penales.

Protocolos

El Ministerio Público ha establecido dos protocolos de actuación que se trasladarán a todas las fiscalías territoriales para prestar atención personalizada a las víctimas y practicar pruebas de ADN, que ya habían comenzado a realizarse en algunas comunidades autónomas.

Los procedimientos con mayor desarrollo hasta el momento son los que se siguen en La Línea de la Concepción (Cádiz), donde hay doce casos distintos con una investigación policial «muy avanzada», en los que se han practicados pruebas genéticas y exhumaciones a instancias del Ministerio Público.

Precisamente, el pasado miércoles se llevó a cabo en esta localidad gaditana la exhumación de tres nichos en el cementerio por orden del Juzgado de Instrucción número 2.

Los casos de desapariciones de niños recién nacidos es una cuestión «preferente» para la Fiscalía porque «afecta a un gran número de ciudadanos españoles», según Conde-Pumpido, que asegura que se actuará «con toda la intensidad posible» y tratando de subsanar «los problemas derivados de la antigüedad de los hechos».

«Hay una gran diferencia entre unos casos y otros, y abarcan un periodo de tiempo muy prolongado; algunos asuntos llegan a una época relativamente creciente, ya en Democracia», ha reconocido.

El fiscal general ha asegurado que existen «tramas» en puntos «concretos» cuyos responsables están empezando a ser identificados, pero descarta que el conjunto de las desapariciones se pueda atribuir a «una sola organización».