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Los Reyes, acompañados por los príncipes de Asturias, presidieron ayer el acto solemne de homenaje a la bandera y a los caídos, con el que culminó la celebración en Málaga del Día de las Fuerzas Armadas. Los aplausos que recibieron los Monarcas al inicio de esta celebración contrastó a su término con los abucheos contra el Gobierno por parte de un grupo de espectadores y de quienes esperaban un gran desfile militar que no tuvo lugar.


Precisamente, al finalizar el acto, en el inicio del Paseo del Parque, cerca de la plaza de la Marina, numerosas personas gritaron «fuera, fuera» al paso de los autobuses que trasladaban a autoridades e invitados al Jardín Botánico-Histórico La Concepción para participar en una recepción. Llegaron a mover algunas de las vallas del perímetro de seguridad, siendo necesaria la intervención de la policía, incluso con unidades a caballo.


50.000 asistentes


Pese a estos últimos incidentes, la celebración del Día de la Fuerzas Armadas en Málaga brilló con la presencia, según fuentes municipales, de unas 50.000 personas, que desde primera hora de la mañana, con la rojigualda en la mano y bajo un sol de justicia, abarrotaban el Paseo del Parque y el entorno de la plaza del General Torrijos.
La puntualidad caracterizó la celebración militar, ya que los Monarcas llegaron a la céntrica plaza del General Torrijos apenas dos minutos después de las 12.00 horas, siendo recibidos por la ministra de Defensa, Carme Chacón, y por el presidente de la Junta de Andalucía, José Antonio Griñán, además del Jefe del Estado Mayor de la Defensa (JEMAD), el general del Aire José Julio Rodríguez, y el alcalde electo de Málaga, Francisco de la Torre.
A diferencia de otros años, Chacón y el presidente autonómico no tuvieron que escuchar los abucheos y silbidos que ya vienen siendo habituales en estas celebraciones. Su entrada en la plaza en honor a José María de Torrijos, fusilado en 1831 en la playa malagueña de San Andrés, no fue anunciada por megafonía, como, sin embargo, sí lo fue la de los Reyes.


Otra novedad respecto a años anteriores fue el homenaje a los caídos, que en esta ocasión contó con la presencia de familiares de los 17 militares y guardias civiles fallecidos en acto de servicio durante el último año. Sólo unos malagueños pidieron tener contacto visual directo con lo que ocurría en la plaza que preside la fuente de Las Tres Gracias. Aparte de los invitados, las autoridades y los periodistas, que ocupaban sendas tribunas, las personas más afortunadas fueron las que se encontraban en posiciones estratégicas.