El torero Jesulín de Ubrique acompaña a su esposa María José Campanario (d) y a su suegra, Remedios Torres, a la Audiencia Provincial de Cádiz, donde se celebra el juicio por la Operación Karlos. | Efe

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Carlos Carretero, principal «cabecilla» de la red acusada de conseguir fraudulentamente pensiones de incapacidad laboral, ha confesado hoy que cobró 18.000 euros por los trámites que realizó para Remedios Torres, la madre de María José Campanario, quien, según ha dicho, estuvo al tanto del proceso.

Con la declaración del exjefe de la Policía Local de Ubrique, uno de los 25 acusados en este proceso, se ha reanudado hoy en la Audiencia Provincial de Cádiz el juicio por la denominada «Operación Karlos», en una sesión en la que el principal acusado ha reconocido que cobró por unos trámites con los que los beneficiados de la estafa lograban «acelerar» el proceso para obtener la incapacidad laboral.

En su declaración, Carlos Carretero, uno de los 16 acusados que han pactado con el fiscal aceptar su culpabilidad, ha reconocido todos los hechos que le imputa la acusación pública y ha asegurado que fue el inspector médico Francisco Casto Pérez, otro de los acusados, quien le dijo que podía reducir «a tres o cuatro meses» los «dieciocho meses» que normalmente duraban los trámites para obtener las pensiones de incapacidad.

Así, quienes recurrían a él para obtener la pensión de incapacidad laboral podían cobrar «unas doce mensualidades más», por lo que él les pedía aproximadamente la mitad de esta cantidad como compensación.

En su contestación a preguntas del fiscal, Carlos Carretero ha desmontado las líneas de defensa de la esposa del torero Jesulín de Ubrique y de su madre, dos de las acusadas que no han pactado con el fiscal aceptar los hechos que se les imputan.

Hechos

Carretero ha contado que conoció a Campanario y a su madre en una cena en la que salió la conversación de ayudar a esta última, que tenía una invalidez, a conseguir una incapacidad laboral permanente.

Para ello, según ha contado, Casto le dijo que tenía que cotizar algunos meses a la Seguridad Social, por lo que Carretero le hizo un contrato de un año como limpiadora de su asesoría, aunque sabiendo todos que no iba a realizar ninguna tarea en ella.

El exjefe de la Policía Local de Ubrique no ha dudado en contar que un empleado suyo recogió toda la documentación de Remedios Torres en la casa de El Bosque donde vivía su hija y que se reunió con ella en un hotel en un encuentro en el que le pidió que le abonara los doce meses de cotización a la Seguridad Social que había pagado él de su bolsillo.

También ha confesado que la madre de Campanario se negó a acudir a una cita médica que había concertado el inspector médico en el hospital Puerta del Mar de Cádiz y con la que, según éste, podría conseguir una pensión mayor.

«Ella me dijo que no quería venir, que con la de 600 euros que le iban a dar tenía más que suficiente», ha apuntado Carlos Carretero, que ha explicado que, ante esta negativa y para que el inspector médico «no quedara mal» con un amigo en el hospital Puerta del Mar, envió en su lugar a la madre de su novia, aunque ésta «no tenía ni idea» de que iba a suplantar a la madre de Campanario.

Tras contestar a las preguntas del fiscal y de la abogada del Estado, Carlos Carretero se ha negado a responder a las preguntas de los abogados de las defensas.