El presidente de Telefónica, César Alierta, con el ex presidente brasileño Lula da Silva, imagen de la empresa en el país.

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Gobierno, partidos políticos y agentes sociales se manifestaron ayer contra la reestructuración de personal de Telefónica, que afectaría al 20 % de su plantilla en España, y también contra el plan de incentivos a directivos de 450 millones de euros, anunciado ayer.

«No estoy de acuerdo. Más claro no puedo ser», afirmó el vicepresidente Rubalcaba, en relación al posible Expediente de Regulación de Empleo (ERE).

El plan

El plan anunciado ayer durante la VIII Conferencia de Inversores por el presidente de Telefónica España, Guillermo Ansaldo, afectaría en tres años a unos 5.600 trabajadores de una plantilla de 32.000 personas, según estimaciones de UGT.

El presidente del Ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero, eludió ayer en China comentar este plan de ajuste porque no está al corriente, dijo. Por su parte, el titular de Trabajo, Valeriano Gómez, también se pronunció ayer al respecto y aseguró que el anuncio de recorte de plantilla «en un tamaño tan importante» no se produce en el mejor momento, en referencia a la situación económica española.