Fotografía facilitada por Greenpeace de uno de los activistas que entraron en el complejo de la central nuclear de Cofrentes, en Valencia. | HO

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La ocupación de la central nuclear de Cofrentes, en la provincia de Valencia, por parte de activistas de Greenpeace, que han reclamado el cierre de estas instalaciones, ha durado once horas y se ha saldado con la detención de dieciséis personas.

Alrededor de las seis y media de la mañana quince miembros de esta organización ecologista se han colado en las instalaciones cortando las rejas y tres de ellos se han encaramado a una torre de refrigeración en la que han escrito las palabras: «peligro nuclear». La ocupación de la central se ha prolongado hasta las 17:30 horas, cuando las Fuerzas de Seguridad han desalojado a los activistas y la central ha desactivado la alerta de emergencia, puesta en marcha once horas antes.

Detenidos

Los detenidos son quince activistas que se hallaban dentro del complejo desde primera hora de la mañana, entre ellos tres escaladores, y un fotógrafo independiente.

Un vigilante de la central ha resultado herido de carácter leve con un corte de siete centímetros a la altura de la cintura, y otros dos han sufrido contusiones tras el forcejeo con algunos de los miembros de Greenpeace, según ha confirmado la delegada del Gobierno en la Comunitat Valenciana, Ana Botella.

El ministro de Industria, Miguel Sebastián, ha lamentado «la violencia empleada por la organización ecologista Greenpeace» para acceder al complejo en un acto que ha calificado de «propaganda de tipo político».

Por su parte, el portavoz de la organización ecologista, Carlos Bravo, ha desmentido «categóricamente» a Efe que los activistas hayan utilizado la violencia y ha reiterado que «si tres trabajadores de la central han resultado heridos, en ningún momento se ha debido al comportamiento violento de los detenidos».

La delegada del Gobierno ha considerado que «es muy desafortunado» que los activistas de la organización ecologista Greenpeace «intenten legitimar» su rechazo a «las centrales nucleares como fuente de energía» a través de «agresiones».