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La subida del IVA en julio y la del tabaco en diciembre, junto con el encarecimiento sostenido de los carburantes, son los principales responsables de que la inflación haya cerrado 2010 en el 3%, la tasa más alta desde octubre de 2008, según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE).

No obstante, la tasa de inflación subyacente -que excluye la evolución de los precios de la energía y los alimentos- se situó en el 1,5%, la mitad del indicador general.

El secretario de Estado de Economía, José Manuel Campa, explicó ayer que el aumento del IVA es el causante de cinco décimas de la inflación y que la subida impositiva del tabaco también ha aportado a esa tasa alguna décima, aunque explicó que el Gobierno aún no ha hecho el cálculo.

Por ello, Campa consideró que no cabe esperar para este año un escenario de elevada inflación unido a un estancamiento de la economía, lo que se conoce como «estanflación», porque el Gobierno no prevé que la economía siga estancada en 2011 ni que la inflación se desboque.

También subrayó que el repunte de la inflación no resta competitividad a los productos españoles, puesto que los cambios impositivos no afectan a las exportaciones y la evolución del componente energético es más o menos homogéneo para todos los mercados.

El grupo responsable en mayor medida de la subida anual es el transporte -que incluye los precios de los carburantes y lubricantes-, con una variación del 9,2%, la más alta desde julio de 2008.

Junto con el transporte, el grupo con más repercusión en la subida general de precios ha sido el de bebidas alcohólicas y tabaco, con una variación anual del 15,2%, la mayor tasa desde enero de 1994.