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El ministro de Industria, Miguel Sebastián, minimizó ayer el efecto sobre las economías familiares de la subida de la tarifa eléctrica en enero, ya que supondrá un sobrecoste mensual de 3,2 euros para un hogar con un consumo medio.

Si se tiene en cuenta que en una casa viven normalmente dos o más personas, la subida equivaldrá a poco más de 1,5 euros por usuario al mes, el equivalente al «precio de un café», apuntó Sebastián, que recordó que las familias más desfavorecidas no sufrirán incrementos gracias al bono social.

El ministro señaló que el Gobierno subido la luz un 9,8% en enero por «necesidad y responsabilidad» y aseguró que trabaja para no tener que aplicar ningún aumento más en 2011, aunque todo dependerá de los mercados energéticos internacionales, y añadió que en lo que queda de legislatura no retocarán más los costes del sistema eléctrico, dado que ya han hecho una «profunda revisión» y que han pedido un importante esfuerzo a las empresas energéticas, tanto tradicionales como de renovables.

Cálculo al alza

Por contra, la organización Facua-Consumidores en Acción rebate los cálculos del Gobierno y asegura que la subida aprobada aumentará la factura mensual del usuario medio en 6,77 euros.

El incremento, que supondría 81,24 euros anuales, representará el 10,2% con respecto a lo que paga ese usuario con la tarifa vigente desde octubre, manifestó ayer la organización en un comunicado.

El ministro de la Presidencia, Ramón Jáuregui, inscribe la medida en el amplio paquete de reformas que el Gobierno tiene que adoptar porque es lo que España necesita, dentro de una responsabilidad que va más allá de cálculos electorales.

Jaúregui reafirmó el compromiso del Ejecutivo con las medidas económicas que va a abordar en los próximos meses para «sacar a España de las turbulencias y de la desconfianza económica» y encauzar el país «en una senda del crecimiento».