El líder del PP y la candidata a la Generalitat, junto a un gupo de mujeres del partido. | Efe

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El presidente del PP, Mariano Rajoy, ensalzó ayer a su partido como la garantía contra «aventuras, referéndums y cosas que no son buenas para nadie» si es decisivo tras las elecciones catalanas del 28 de noviembre.

El dirigente 'popular' auguró que tras los comicios se abrirá un nuevo escenario «porque el tripartito no se reeditará», por lo que reclamó que el PP sea decisivo en la formación del próximo gobierno y ejerza como garantía de estabilidad.

Según Rajoy, a los catalanes les toca decidir a qué quieren que destine sus esfuerzos el próximo gobierno de la Generalitat, y advirtió de que ahora no es momento «ni de aventurismos, ni de cambios institucionales, ni de problemas identitarios, ni de hacer eje de la actividad política cosas que no tocan y ya están resueltas por la Constitución Española».

El jefe de la oposición insistió así en su mensaje de rebajar las pretensiones de CiU de negociar un nuevo marco fiscal para Catalunya.

Rajoy partició junto a la candidata del PP a la Generalitat, Alicia Sánchez-Camacho, en un acto con unas 500 mujeres en L'Hospitalet de Llobregat, en el que también estuvieron destacadas dirigentes del partido, como la portavoz en el Congreso, Soraya Sáenz de Santamaría; las presidentas del Parlamento vasco y gallego, Arantza Quiroga y Pilar Rojo, y la vicesecretaria de Organización, Ana Mato.

De la Vega, «jubilada»

Por su parte, la presidenta del PP catalán animó a la portavoz del grupo popular en el Congreso para que acabe con el vicepresidente del Gobierno, Alfredo Pérez Rubalcaba, del mismo modo que hizo con la ex vicepresidenta, Maria Teresa Fernández de la Vega.

Según la candidata, Sáenz de Santamaría ha conseguido con su dialéctica y con sus brillantes intervenciones en el congreso «jubilar» a la vicepresidenta».