Roque Pascual y Albert Vilalta, sonrientes y emocionados ante el recibimiento en el aeropuerto barcelonés de El Prat. | Efe - ALBERT GEA

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Los cooperantes Albert Vilalta y Roque Pascual agradecieron ayer los esfuerzos hechos para su liberación al llegar al aeropuerto barcelonés de El Prat en un avión de la Fuerza Aérea Española procedente de Burkina Faso, tras un «duro» secuestro de casi nueve meses a manos de Al Qaeda en el Magreb Islámico, cuyos integrantes les trataron con «corrección».

Pascual y Vilalta fueron recibidos a pie de pista por sus familiares más cercanos, sus padres e hijos, ya que sus respectivas esposas, Isabel y Mónica, viajaban con ellos en el avión que les traía desde Uagadugú (Burkina Faso), junto a la secretaria de Estado de Cooperación Internacional, Soraya Rodríguez.

En buen estado de salud

Los dos cooperantes, que comparecieron ante los medios de comunicación después de reunirse en privado durante casi una hora con sus familiares, se mostraron serenos y en aparente buen estado de salud, aunque Vilalta caminaba apoyándose en una muleta, a consecuencia de las heridas sufridas en la acción del secuestro, y Pascual estaba mucho más delgado por los kilos perdidos durante el cautiverio, al igual que su compañero.

Acompañados por el presidente de la Generalitat, José Montilla, y los alcaldes de Barcelona y Santa Coloma de Gramenet, Jordi Hereu y Núria Parlón, los dos cooperantes, visiblemente cansados y emocionados, se mostraron en todo momento agradecidos por las labores diplomáticas del Gobierno español.

«Es un día importantísimo para nosotros, hemos estado nueve meses en un secuestro muy duro, y ya estamos en libertad; estoy contentísimo y muy emocionado», manifestó Vilalta, que fue el primero en tomar la palabra, y que agradeció también el apoyo y las movilizaciones de la sociedad catalana y española, que llegaron a sus oídos durante el secuestro.

Vilalta explicó que los secuestradores les trataron de forma correcta. «Hemos vivido como ellos viven, hemos comido lo mismo que ellos comen y dormido como ellos duermen, dentro de las condiciones de vida que tienen duras, en medio del desierto», señaló Vilalta, que insistió en que «eso no resta nada de la gravedad de la naturaleza de lo que hemos padecido, un secuestro que nos han arrancado de nuestras vidas durante nueve meses; ha sido muy duro».

Por su parte, Roque Pascual agradeció también la movilización social, así como la acción de las autoridades «en un proceso muy complicado, en diversos países y ante una gente muy especial».

Pascual, que adelantó que estará unas semanas de vacaciones, anunció a sus seres queridos que intentará devolverles «todo lo posible» por «este disgusto que os he dado tan grande».