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El presidente de ERC, Joan Puigcercós, se mostró ayer favorable a un acercamiento con CiU, a pocos meses de las elecciones catalanas, reconociendo reuniones informales con el líder de los convergentes, Artur Mas, a quien pidió una reunión formal, pero le puso como condición que su partido «tenga las manos limpias y esté libre de hipotecas».

Durante la presentación de Jordi Portabella como presidente del Consejo Nacional de ERC, Puigcercós justificó la comisión de investigación del caso Palau por la necesidad de tener partidos catalanes «sin hipotecas» y señaló que ERC y CiU tienen que entenderse, por lo que pidió a los convergentes «no tener miedo» a reunirse con ellos.

«Creemos que CiU es un partido imprescindible en la política catalana, pero queremos que rectifiquen y digan que cambiarán de actitud siendo valientes y jugando limpio», dijo Puigcercós.

El presidente de los republicanos aseguró que su partido ha hecho un esfuerzo de austeridad que le ha permitido tener las manos limpias en estos momentos, y recalcó la necesidad de que PSC y CiU tengan claro que solo se puede avanzar sin hipotecas con Madrid ni con presuntas financiaciones, subrayó. Puigcercós afirmó que la comisión de investigación también se hace porque la corrupción tiene un efecto «devastador» sobre los votantes de izquierdas, sobre quienes «acaba minando» la confianza en la política, cosa que no ocurre con el votante de derechas.

«No todos somos iguales», sentenció Puigcercós, quien lamentó que la 'socioconvergencia' intente implicar a los demás partidos cuando ERC hace política «sin hipotecas».