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El Reino Unido ha pedido a España que la Guardia Civil deje de patrullar en las aguas que considera que pertenecen a Gibraltar y ha advertido de que estas «incursiones» son una «violación de la soberanía británica» y dañan la colaboración entablada con España en el Foro de Diálogo tripartito. La Embajada del Reino Unido en España trasladó esta solicitud al Ministerio de Asuntos Exteriores el pasado 18 de septiembre después de que la policía marítima gibraltareña neutralizara dos embarcaciones de la Guardia Civil que estaban dentro del perímetro de las tres millas que rodean al Peñón.

Los dos incidentes tuvieron lugar los días 4 y 7 de septiembre cerca de Punta Europa, el punto más meridional de Gibraltar, según la nota de la oficina diplomática británica. En ambos casos, los guardias gibraltareños detectaron la presencia de lanchas de la Guardia Civil a las que invitaron a alejarse al no dar una «explicación válida» que justificara su presencia en esas aguas.

Para el Reino Unido, «estas incursiones son motivo de honda preocupación, son una violación de la soberanía británica de las aguas y como tales, son inaceptables». Ante esta queja del Reino Unido, Exteriores respondió que la soberanía sobre las tres millas que circundan la colonia pertenece a España en virtud del Tratado de Utrecht (1713), puesto que la cesión se limitaba al territorio y a las aguas del puerto, según han informado fuentes de este departamento.

Esta tesis llevó al Gobierno español a solicitar a la Comisión Europea a principios de este año que incluyera en su listado de Lugares de Importancia Comunitaria (LIC) un espacio que incluye parte de las aguas en disputa. Esta propuesta suscitó el enfado de Gibraltar y reavivó el debate sobre la soberanía de este área, lo que quedó al margen de las conversaciones del pasado mes de julio.