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El presidente del PP, Mariano Rajoy, anunció ayer que el Partido Popular va a reforzar su código ético ante la posibilidad de que se produzcan, en su seno, casos de corrupción, con el objetivo de que este código sea incluso «mucho más exigente» de lo que dice la Ley, o así al menos lo ha asegurado durante el coloquio posterior a su intervención en el XII Congreso Nacional de la Empresa Familiar que se celebra en Zaragoza.

«El PP intentará elegir mejor» a sus candidatos y dirigentes, aseguró Rajoy, que recordó que los políticos, sean de izquierdas o derechas, «no son mejores ni peores que los ingenieros de caminos, los empresarios, los periodistas o cualquiera». El líder del PP rechazó la idea de que todos los que se dedican a la vida pública están «involucrados» en casos de corrupción, porque la mayoría de las personas que él ha conocido en el tiempo en el que se ha dedicado a la vida pública son «gente muy decente».

Rajoy anunció que va a llevar esta propuesta de reforma al próximo Comité Ejecutivo del partido, con el fin de endurecer el código ético del PP pero con el ánimo de evitar los riesgos de una excesiva burocracia.

La corrupción, dijo, es «absolutamente inaceptable» en cualquier faceta de la vida, y los ciudadanos deben mostrarse «claros, enérgicos y contundentes con las personas que hagan lo que no deben, y lo he dicho en el Comité Ejecutivo».

Pero también pidió prudencia y «mucho cuidado» con los juicios paralelos, puesto que en un Estado de derecho con una «democracia avanzada» es necesario respetar el secreto de sumario, toda vez que hay veces en las que hay personas que se demuestra que no han hecho lo que se les imputa pero que son condenadas por juicios «paralelos o mediáticos».

Sobre quienes sean culpables, sin embargo, sí que debe caer «todo el peso de la Ley», enfatizó el dirigente 'popular', quien emplazó a los partidos políticos a que se haga un esfuerzo por «elegir lo mejor posible».