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El portavoz parlamentario del PSOE, José Antonio Alonso, cree que la deducción de 400 euros en el IRPF aprobada en la pasada legislatura «está perdiendo significado» y, al tratarse de una cantidad lineal, «puede no ser equitativo» que todos los contribuyentes disfruten de ella al margen de lo que ganen.

El jefe de filas de los diputados socialistas aboga por introducir un factor de «equidad» en medidas fiscales como la deducción de los 400 euros o incluso en la ayuda de 2.500 euros por nacimiento de cada hijo, el llamado «cheque-bebé».

Así, aboga por incorporar «progresividad fiscal» en este tipo de beneficios porque, explica, «no se puede pagar lo mismo a una familia que gana veinte veces más que otra».

Los «miles de millones» de euros que suponen para las arcas públicas la deducción de los 400 euros o el «cheque-bebé» podrían dedicarse, en un momento de grave crisis económica, a otros fines «mucho más útiles» para los ciudadanos y de carácter «más social», comenta Alonso.

No obstante, Alonso hace hincapié en que estas ideas únicamente buscan mayor «progresividad fiscal» puesto que todavía hay «margen» para ello, e insiste en que para la «inmensa mayoría de los ciudadanos» no van a subir los impuestos directos.

«Puede haber», admite, alguna modificación del IRPF, que se estudiaría con las otras fuerzas políticas en el ámbito de la negociación presupuestaria, siempre buscando «mayor equidad fiscal».

Ahora bien, el portavoz socialista se esfuerza en remarcar que si ello se lleva a cabo no supondría mayor presión fiscal para la «inmensa mayoría» de los contribuyentes; «tranquilidad total», apunta.