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La Comisión Nacional de la Competencia ha sancionado a las compañías energéticas Repsol, Cepsa y BP con una multa de 7'9 millones de euros por fijación indirecta del precio de venta al público en sus estaciones de servicio. En concreto, el organismo regulador de la competencia ha multado con 5 millones de euros a Repsol, con 1'8 millones a Cepsa y con 1'1 millones a BP.

Tras conocer la decisión, Repsol mostró su «indignación» por una sanción que calificó de «error grave» y que por tanto anunció que recurrirá.
La petrolera asegura que no ha cometido ninguna infracción y que su conducta es «conforme a las leyes y normas españolas y europeas», por lo que recurrirá la multa ante los tribunales y se reserva el derecho a exigir la reparación de los daños o perjuicios que le pueda causar.

Cepsa tampoco está conforme con la sanción y aseguró que opera bajo la legalidad comunitaria y que hará valer sus derechos ante los tribunales.
En el otro lado, el presidente de la Asociación de Propietarios de Estaciones de Servicio, Andrés Delgado, aplaudió la resolución y confió en que las compañías sancionadas la acaten y «no abusen de las posibilidades del derecho».

Según Competencia, la forma en la que los operadores petrolíferos fijan el precio al que las estaciones de servicio les compran el combustible y la manera en la que establecen las comisiones elimina los incentivos de las estaciones de servicio para realizar descuentos y, así, competir vía precios.

De esta forma, añade, cada una de los operadoras estaría controlando los precios de venta al público de las estaciones de servicio bajo su bandera, para evitar la competencia en precios entre las estaciones de su red, a lo que se une la fijación directa de precios, que sí está permitida, en las estaciones gestionadas por la propia operadora.