Rajoy lamentó ayer en Estepona la incapacidad del Gobierno de presentar un modelo de financiación y negociarlo con transparencia.

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A tres días de que expire el plazo fijado para aprobar el nuevo modelo de financiación autonómica, el Gobierno negocia contrarreloj con las comunidades los últimos flecos de una negociación que todavía falta por limar pero que, ahora sí, parece que ha entrado en su recta final, y con el presidente Zapatero implicado de lleno en la negociación. La vicepresidenta segunda del Gobierno, Elena Salgado, intensificó ayer los contactos con los representantes de las diferentes comunidades autónomas para consensuar una propuesta final que permita cerrar un acuerdo sobre el nuevo modelo de financiación.

Por ello, desde primera hora de la mañana mantuvo conversaciones con los máximos representantes autonómicos y permanece en su despacho ultimando los contactos de una propuesta que debatirá el Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF), el órgano que tiene que aprobar el sistema.

'Sudoku'

Y es que cuadrar las exigencias de todas las autonomías en el actual contexto económico se ha convertido en un verdadero 'sudoku' difícil de solventar para el Gobierno, que insiste en que el acuerdo sobre financiación esta «muy cerca» y en que todas las comunidades estarán contentas con el nuevo sistema. En las últimas horas, el jefe del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ha conversado telefónicamente con el presidente de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, para informarle del nuevo modelo y de los cambios que supone para su Comunidad Autónoma. También la vicepresidenta económica se puso en contacto con los presidentes de Madrid, Esperanza Aguirre, y de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, con los que se ha comprometido a remitir hoy el borrador del nuevo modelo de financiación.

En Catalunya, dirigentes del tripartito catalán ya dan por hecho el pacto sobre financiación autonómica aunque ERC mantiene el suspense hasta hoy porque la última cifra que hay encima de la mesa, 3.600 millones en el cuarto año de aplicación, dista de los 3.800 millones que exige para avalar el nuevo modelo. En el PSC, ICV e incluso algún dirigente relevante de ERC en el Govern, como el vicepresidente catalán, Josep Lluís Carod-Rovira, creen que se dan las condiciones para sellar el pacto con el Gobierno. Por su parte el líder de CiU, Artur Mas, hizo un llamamiento a ERC para que rechace un acuerdo de financiación que considera «ilegal», ya que contempla esperar hasta 2012, en lugar de