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El Fondo Monetario Internacional (FMI) pronosticó ayer que el PIB español caerá un 4 por ciento este año, un punto porcentual más de lo que había previsto en abril, y que en 2010 se reducirá un 0'8 por ciento.

Se trata de la bajada más profunda de sus cálculos entre los países desarrollados este año, al tiempo que el FMI coloca a España a la zaga de la recuperación.

El repunte económico cuando llegue a España será «gradual y lento», declaró Jorg Decressin, encargado del informe «Perspectivas Económicas Mundiales» que el FMI acaba de actualizar.

El alto nivel de desempleo, que se espera que alcance aún cotas mayores, hace improbable una vuelta rápida al ciclo de alto crecimiento que España conoció hasta 2007, a juicio de Decressin.

En comparación, el mensaje del Fondo para el resto del mundo fue, en general, positivo.
La crisis eliminará este año un 1'4 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB) del planeta, pero el año que viene se prevé un crecimiento del 2'5 por ciento, seis décimas más que lo vaticinado por el Fondo en abril.

«Hemos pasado lo peor y la recuperación está llegando», dijo en rueda de prensa Olivier Blanchard, economista jefe del FMI, aunque alertó de que la vuelta al crecimiento positivo será «frágil».