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El aval dado ayer por el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) a la ilegalización de Batasuna ha sido acogido con satisfacción por la mayoría de las formaciones políticas, con la excepción de Aralar, Eusko Alkartasuna y Ezker Batua, y por jueces y fiscales. Tanto el Gobierno como el PSOE y el PP entienden que el fallo supone un espaldarazo a la Ley de Partidos.

Fuentes de la sala del 61 del Tribunal Supremo, autora de la sentencia que disolvió Batasuna, han considerado que la decisión del TEDH demuestra que este tribunal «hace las cosas bien». El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero indicó que «la sentencia demuestra que las garantías jurídicas se respetan en España».

Para el juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón «la resolución legitima la lucha contra el terrorismo en España y la actuación de la Justicia». En el mismo sentido se han pronunciado los jueces de este tribunal Santiago Pedraz y Fernando Grande-Marlaska.

El presidente del PP vasco, Antonio Basagoiti, entendió que «es una noticia excelente, de diez, que acaba con el victimismo de una parte del nacionalismo y avala la Ley de Partidos».

El portavoz del PNV, Joseba Egibar, prefirió esperar a leer la sentencia, para ver «qué considerandos y fundamentos tiene», antes de opinar. Arnaldo Otegi hará pública hoy la lectura política de la izquierda abertzale respecto a la decisión del Tribunal Estrasburgo.

El coordinador de Aralar, Patxi Zabaleta, calificó la sentencia de «antidemocrática» porque «una democracia madura debe garantizar que todos los partidos puedan desarrollar su actividad política siempre que lo hagan por vías civiles».

El portavoz de Eusko Alkartasuna (EA), Maiorga Ramírez, señaló que la sentencia del TEDH es una «mala noticia para la democracia y para Euskal Herria».