Las vicepresidentas primera y segunda, María Teresa Fernández de la Vega, y Elena Salgado, durante la rueda de prensa tras al Consejo de Ministros. Foto: PACO CAMPOS/EFE

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El Consejo de Ministros dio luz verde al Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), que tendrá una dotación inicial de 9.000 millones, constituido para reforzar la solvencia de las entidades y facilitar las fusiones de cara a mejorar su eficacia y garantizar su viabilidad futura. En la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, compareció la ministra de Economía, Elena Salgado, quien hizo hincapié en que las entidades sistémicas ni tienen ningún problema, pero algunas otras «podrían tenerlos en los próximos meses» debido a la interacción de la persistencia de problemas de liquidez y financiación y el deterioro relativo de sus activos.

Respecto al papel de las CCAA en los posibles procesos de integración entre cajas de ahorros, Salgado señaló que se respetarán sus competencias y que, a pesar de que ha habido peticiones para modificar la Ley de cajas, el Gobierno no lo ha considerado prioritario, por lo que mantendrán se capacidad de vetar fusiones.

La vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, anunció ayer la aprobación del FROB, donde destacó que, a pesar de que el sistema financiero español tiene una «probada solvencia», algunas entidades podrían «tener dificultades en los próximos meses». De la Vega indicó que con este fondo el Gobierno pretende facilitar la reestructuración bancaria, «manteniendo la confianza en el sistema financiero e incrementando su fortaleza». «Vamos a seguir generando confianza y dando apoyo», manifestó.

Del mismo modo, resaltó que persigue un doble objetivo, gestionar los procesos de reestructuración de las entidades de crédito, entre las que incluyó bancos, cajas y cooperativas de crédito, y contribuir a reforzar sus recursos propios en procesos de integración para que ninguna entidad tenga problemas.

Por su parte, la ministra de Economía, Elena Salgado, hizo hincapié en que las entidades sistémicas no tienen ningún problema, pero que algunas otras podrían tenerlos «en los próximos meses» debido a la interacción de la persistencia de problemas de liquidez y financiación con el deterioro relativo de sus activos, el aumento de la morosidad y la disminución del negocio.