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EFE-BILBAO Josu Puelles, uno de los hermanos del policía asesinado el viernes por ETA, Eduardo Puelles, dijo ayer que «para nosotros mi hermano es un héroe y no una víctima, y como tal ha muerto; es un gudari nagusia (gran soldado)». Josu Puelles estuvo en la concentración de repulsa de Arrigorriaga, lugar del atentado y donde vivía el policía asesinado.

Al término de la misma, el hermano de la víctima declaró que en la familia «estamos muy orgullosos de mi hermano; gracias a su labor, que antepuso muchas veces a su propia familia, detuvo a terroristas que nos intentan imponer con las armas sus ideas». El hermano extendió este orgullo «al trabajo de sus compañeros».

Por su parte, la viuda de Eduardo Puelles advirtió ayer a los terroristas de que con su marido «no van a poder» porque hay «muchos como él», de los que espera que algún día «acaben con ellos, pero de raíz». «¿Por qué no hablan? ¿Por qué se esconden?», interrogó a la banda terrorista la viuda de Puelles en sus primeras declaraciones, realizadas a Antena 3, desde el atentado que el viernes costó la vida a su marido en la localidad vizcaína de Arrigorriaga.

«Yo voy de cara, ¿por qué se permiten el lujo de matar así a escondidas?», prosiguió Francisca, después de insistir en que lo «único» que saben hacer los terroristas es «matar, matar y matar, viven para matar», un «negocio» del que además «sacan dinero, extorsionando a la gente». La viuda del inspector estuvo arropada ayer por sus hijos y autoridades como los príncipes de Asturias, la vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, o el lehendakari, Patxi López, durante el funeral celebrado por su marido en Bilbao.