El jefe del Ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero, que se vio sometido ayer a una fuerte presión por el uso de aviones militares para acudir a actos del PSOE, garantizó que cumple el código de buen gobierno y rechazó entrar en la polémica sobre el uso de un avión militar para participar en un mitin del PSOE por «responsabilidad» y por «respeto» a los expresidentes y a los presidentes futuros.
Así respondió en el pleno del Congreso al líder del PP, Mariano Rajoy, quien le acusó de incumplir las resoluciones del Congreso y sus propios compromisos y puso como ejemplo el uso de un Falcon de las Fuerzas Armadas para asistir a un mitin, algo que, a su juicio, contradice «radicalmente» el código de buen gobierno. También se mencionó que la vicepresidenta De la Vega utilizó un avión militar para ir a las Fallas.
Zapatero no quiso entrar en la polémica porque su Gobierno es, subrayó, «responsable y serio y no utiliza determinadas cosas por respeto a lo que representa la institución de la Presidencia del Gobierno, los expresidentes y los presidentes futuros, por seriedad y responsabilidad».
Por su parte, la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, reprochó al PP que «quiera hacerse unos trajecitos» a costa de «la intachable honestidad y el rigor» del Ejecutivo en la utilización de recursos públicos y del «trabajo extraordinario» de la ministra de Defensa, Carme Chacón, en relación al uso de aviones militares por parte de miembros del Gobierno y a la gestión del último brote de Gripe A en un cuartel. Esta fue la respuesta de la vicepresidenta, después de que la portavoz del PP en el Congreso, Soraya Sáenz de Santamaría, dijera que la ministra de Defensa «sólo se coordina» con el presidente Rodríguez Zapatero, para «ponerle» aviones.
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