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EFE-BILBAO/SAN SEBASTIÀN
El pacto PSE-PP, que se concretó el viernes con la elección de Arantza Quiroga presidenta del Parlamento vasco, provocó ayer una reacción contundente por parte del nacionalismo. El presidente del PNV, Iñigo Urkullu, lamentó ayer que el PP sea el «único ganador» del acuerdo que ha alcanzado con el PSE-EE y ha reprochado que el presidente de los «populares», Antonio Basagoiti, pueda llegar a convertirse en «el lehendakari en la sombra».

En un encuentro con las juventudes del PNV celebrado ayer en Dima (Vizcaya), Urkullu manifestó el acuerdo entre PSE-EE y PP, al que se ha referido como el «pacto «ZPR» -en referencia a las siglas de los máximos representantes de estas formaciones-, es «un pacto de Estado entre Rajoy y Zapatero» para que «sea la Moncloa quien dirija Ajuria Enea».

Consideró que este acuerdo representa «la excepción vasca» a la falta de acuerdo entre ambas formaciones y puede entrañar «graves riesgos en el futuro en muchos aspectos», especialmente en «las bases sobre las que se sustenta un sistema democrático».

A su juicio, el documento contiene «una suma de principios reaccionarios e involucionistas», si bien insistió en que «ningún proyecto puede sostenerse mucho tiempo sobre la mentira, la falta absoluta de principios políticos y éticos y sobre el revanchismo».

Según Urkullu, PP y PSE-EE demostraron que les resulta «mucho más fácil y efectivo para llegar al poder manipular la ley que conseguir el respaldo mayoritario de la sociedad». El dirigente del PNV se mostró convencido de que el documento rubricado por ambas formaciones está «levantando ampollas en muchos de los que votaron el cambio» anunciado por el PSE-EE.

Urkullu recalcó que los socialistas vascos basaron su campaña electoral en «una mentira» como se demuestra en el hecho de que, según recordó, López proclamara siete días antes de los comicios que «nunca llegaría a un acuerdo con el PP», al que tachó de «antinacionalista».

El máximo representante del PNV apreció que, con «la manipulación» y «la utilización de la ley», el PSE-EE pensó que obtendría unos «resultados electorales mucho mejores» y que superaría en votos al PNV, lo que no logró.

Por su parte, el parlamentario vasco de EA, Jesús María Larrazabal, dijo ayer que la elección de la popular Arantza Quiroga como presidenta del Parlamento Vasco es el primer paso del «cambio a peor» que llevará al socialista Patxi López a liderar «políticas de involución» desde el próximo Gobierno Vasco.

Larrazabal, en una rueda de prensa en San Sebastián, recalcó que «en modo alguno» votará a López para que sea elegido lehendakari y anunció una oposición «fuerte, inteligente y razonada» desde el único escaño del que dispondrá EA en esta legislatura.