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La Bolsa española bajó ayer el 4'12%, la tercera mayor caída del año, después de que la intervención gubernamental de Caja Castilla-La Mancha provocara fuertes dudas y temores entre los inversores, que castigaron severamente al conjunto de la banca. El principal indicador de la Bolsa, el Ibex-35, cedió así 326'50 puntos, hasta 7.601'10 unidades, con lo que acumula una caída del 17'34% desde el inicio del año.

Según los analistas, a los inversores les ha podido más el «susto del momento», ya que, subrayan, el sistema bancario español es fuerte y el mercado preveía la intervención de entidades. El miedo que ha planeado sobre el sector español desde el estallido de la crisis internacional se ha visto materializado con el anuncio de la intervención, destacan los expertos.

El castigo a la banca, sin embargo, no ha sido exclusivo de España, ya que en toda Europa y Estados Unidos el temor de los inversores a que el sector necesite más ayudas públicas lastró las principales plazas internacionales. Así, en Europa, con el euro a 1'313 dólares, París perdió el 4'27%; el índice Euro Stoxx 50, el 5'10 por ciento; Fráncfort, el 5'10%, y Londres, el 3'49%.

La Bolsa española comenzó la sesión con pérdidas superiores al 2%, afectada por la caída del 1'9% de Wall Street el viernes y por el retroceso de las plazas europeas. El descenso del sector financiero determinaba la bajada bursátil, debido a la intervención de CCM, las pérdidas de 5.460 millones de Hypo Real State y la compra por el Estado alemán del 8'7% de su capital.

Además, el secretario del Tesoro estadounidense, Timothy Geithner, había comentado que puede haber más bancos en su país que necesiten ayudas públicas, al tiempo que Dexia presentaba un plan de reestructuración. Con la presión del sector financiero y la dimisión del presidente de General Motors, Richard Wagoner, tras el rechazo de la autoridades estadounidenses al plan de reestructuración presentado por la compañía, la Bolsa incrementó su caída y perdió el nivel de 7.700 puntos.