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EFE-BILBAO La izquierda abertzale llamó ayer a votar con las papeletas de las listas anuladas de Demokrazia 3 Miloi (D3M), una decisión que abre la incógnita de qué harán los 150.000 votantes que tuvo el PCTV-EHAK hace cuatro años y permitirá medir su respaldo electoral. Esta ha sido la mayor novedad en el primer día de campaña de las elecciones vascas, en la que los candidatos han defendido la igualdad (Ibarretxe), han prometido una reforma estatutaria (López), o un adelanto del tren de alta velocidad (Basagoiti).

Tras la anulación de las candidaturas de la izquierda abertzale por el Tribunal Constitucional, el integrante de la lista vizcaína de D3M, Julen Aginako, anunció ayer que pedirán que se introduzcan sus papeletas en las urnas, por lo que serán nulas y no obtendrán ningún escaño. Por una parte, al contarse el voto nulo se podrá ver cuál es el respaldo electoral de la izquierda abertzale, que tuvo 150.000 votantes hace cuatro años; en las anteriores autonómicas sólo hubo cuatro mil votos nulos en todo el País Vasco.

En las últimas elecciones en las que la izquierda abertzale pidió el voto nulo, en las generales del 2004, hubo 104.000 votos nulos. Por otra, al no promover la abstención, se abre la incógnita sobre cuántos votantes de la izquierda abertzale van a votar y apoyan a otras candidaturas, en vez de votar nulo, lo que influiría en el reparto de escaños.

Ayer, los candidatos hicieron pocas referencias a la anulación de las listas por el TC, una decisión que se daba ya por descontada, y cada uno vendió su mensaje. Así, el candidato del PNV a la reelección como lehendakari, Juan José Ibarretxe, se comprometió a tratar de situar a Euskadi «como referente en el mundo por el compromiso con las políticas de igualdad entre hombres y mujeres».

Ibarretxe prometió duplicar las ayudas a las familias, con más ayudas por nacimiento de hijos y más deducciones fiscales. El candidato socialista, Patxi López, se comprometió a «actualizar» el Estatuto de Gernika, «pero sólo mediante el consenso», para «recuperar el pacto entre diferentes que supone ese compromiso estatutario». López participó en un acto político en la Casa de Juntas de Gernika, a donde ha querido acudir porque «el Arbol de Gernika ha sido siempre símbolo de la libertad de los vascos».