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EFE-BILBAO La Ejecutiva del PNV arropará hoy al lehendakari, Juan José Ibarretxe, ante el inicio del juicio por reunirse con la ilegalizada Batasuna, que el secretario general del PSE-EE y también procesado, Patxi López, afronta «con tranquilidad».

El ex portavoz de la formación abertzale Arnaldo Otegi, que también está encausado, dijo que el juicio persigue «criminalizar el diálogo» porque hay sectores que lo consideran una «derrota» del Estado.

Ibarretxe, los dirigentes del PSE-EE Patxi López y Rodolfo Ares y cinco representantes de Batasuna serán juzgados a partir de hoy en el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco, en Bilbao, por las reuniones que mantuvieron en 2006, durante el alto el fuego de ETA.

En la víspera de un juicio sin precedentes por ser la primera vez que se juzga a un lehendakari, la Presidencia del Gobierno vasco deseó que el proceso «concluya cuanto antes con una sentencia absolutoria, para dejar claro que el diálogo no puede criminalizarse o tener un reproche penal».

La Ejecutiva del PNV hizo pública una declaración de apoyo a Ibarretxe, en la que afirmaba que, de forma simbólica, «todo el cuerpo social» del partido se sentará junto a él en el banquillo, «fundidos en una sola persona». El texto de los nacionalistas defiende que «el juicio jamás debería haberse celebrado ni admitido el procesamiento de los encausados».

Estima «particularmente grave y significativo» que sea «el máximo representante institucional de un país» el encausado «por la propia limitación de los derechos y deberes que pudiera derivarse del proceso» y porque al «situar en el banquillo de los acusados a un lehendakari-presidente democrático en cierta medida imputa a todo el sistema institucional».

El socialista Patxi López se mostró «absolutamente convencido» de que el juicio «quedará absolutamente en nada» porque «no habrá ningún tribunal que diga que la política no tiene que servir para avanzar en el camino de la paz y para resolver nuestros problemas».