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El alcalde de la localidad gaditana de Puerto Real, José Antonio Barroso (IU), que llamó «hijo de crápula» y «corrupto» al Rey, aprovechó su comparecencia de ayer en la Audiencia Nacional para denunciar después ante los medios que el monarca parece «inimputable, inviolable y, por lo que se ve, incalificable» y para reclamar a don Juan Carlos que explique «cual fue su verdadera implicación en el 23-F». Tras tomar declaración a Barroso, el juez de la Audiencia Nacional Fernando Grande-Marlaska ordenó seguir la causa abierta contra el alcalde como presunto autor de un delito de injurias graves a la Corona.

A las puertas de la Audiencia Nacional, y flanqueado por banderas republicanas y pancartas contra la monarquía con lemas como 'Mandar callar, negocio real' o 'Reinan porque amordazan', el alcalde de Puerto Real mostró su satisfación por que la causa siga adelante ya que así se va a «abrir el debate republicano».

«Va a favorecer el debate sobre la naturaleza del ciudadano Juan Carlos de Borbón y su entorno familiar y empresarial», afirmó, y denunció la laguna democrática existente en España al no poder hablarse «del Rey ni de sus negocios sucios».

Barroso instó al Monarca a «explicar a los españoles por qué su fortuna es la cuarta fortuna de España diciendo que venía con una mano detrás y otra delante, y cuál fue su verdadera implicación en el 23 F». Barroso denunció que la visión que la mayoría de españoles tiene del Rey y de su familia es «de papel cuché, de novela rosa» lo que «no se corresponde en absoluto con la realidad» y aseguró que su deber es «seguir insistiendo en que se conozcan todas sus andanzas».

«El Rey tiene un cinturón de seguridad, un cinturón sanitario que impide la libertad de expresión», insistió el alcalde, quien además culpó al PSOE de haberse convertido en su «principal blindaje».