Zapatero dialoga con Solbes, durante el pleno sobre la crisis económica celebrado ayer en el Congreso de los Diputados. Foto: SUSANA VERA/EFE

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El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, anunció ayer nuevas medidas para ayudar al sector inmobiliario y pidió confianza en la recuperación económica pese a admitir que se avecinan tiempos «duros».

En esta esperada comparecencia, Zapatero anunció sólo dos nuevas medidas, ambas destinadas a aliviar la caída del sector inmobiliario: una línea de crédito para avalar a los promotores a cambio de que éstos pongan en el mercado viviendas en alquiler y la posibilidad de que se creen sociedades de inversión inmobiliarias, para ayudar al sector a obtener liquidez.

Como hizo en julio, el presidente del Gobierno insistió en que el deterioro económico no es exclusivamente español sino que afecta a las principales economías desarrolladas y tiene su causa principal en la crisis financiera internacional, que ha supuesto la restricción del crédito y que reduce la capacidad de reacción de las empresas.

El jefe del Ejecutivo hizo un llamamiento al esfuerzo colectivo ante la crisis y reclamó confianza sobre las posibilidades «no lejanas» de salir de ella, aunque reconoció que los próximos trimestres serán «duros y complicados».

Inflación
Como dato positivo citó la ligera subida de la confianza de los consumidores y auguró una bajada de la inflación para los próximos meses propiciada por la caída del precio del petróleo, hasta situarse por debajo del 4 por ciento a finales de año. Ante esta coyuntura, Zapatero se comprometió a que su Gobierno mantendrá el gasto social comprometido, si bien avanzó que el crecimiento del gasto no financiero de los Presupuestos Generales del Estado será sólo del 3'5 por ciento, en lugar del 5 por ciento de límite que había permitido el Congreso.

El presidente del Gobierno reconoció que lo que más le preocupa en este momento es el empleo, consideró que las personas que pierden su trabajo o las que no pueden incorporarse al mercado laboral son la «dolorosa fracción de un fracaso colectivo» del que también el Ejecutivo se siente responsable.

En este ámbito anunció que el actual plan de recolocación aumentará hasta los 1.106 millones.