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EUROPA PRESS/EFE-MADRID La ministra de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino, Elena Espinosa, afirmó ayer que el trasvase del Ebro está derogado y que el Gobierno no cambiará una decisión adoptada en la legislatura anterior, al tiempo que apeló a la solidaridad entre las comunidades autónomas en materia de agua.

En una entrevista concedida a la Cadena Ser, la nueva titular de Medio Ambiente precisó que la conducción de agua de Tarragona a Barcelona no es un trasvase y agregó que «lo correcto es llamarle cesión temporal y voluntaria del agua».

«Es un agua que proviene de concesiones que actualmente tienen los regantes del río Ebro. Es una medida que tiene un carácter temporal, y que está delimitada por la cuantía que se va a llevar desde Tarragona a Barcelona», precisó, y agregó que esta medida no es la primera vez que se aplica.

«La pasada legislatura tuvimos necesidades para otras ciudades, como Valencia, Alicante, Murcia, Almería y se compró agua a regantes y se llevó a esas poblaciones que tenían la necesidad para el consumo humano», señaló.

En este sentido, indicó que lo primero que tienen que hacer los Gobiernos es facilitar el agua a los ciudadanos, «estén en Barcelona, Zaragoza o Ceuta». «No podemos permitirnos el lujo de que seis millones de personas puedan estar en un plazo breve sin agua, estén donde estén», recalcó.

Por otra parte, Espinosa aseguró que «de llegarse a aprobar» el trasvase del Ródano, que se comprometió a estudiar el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, en el debate de investidura, «sería muy a medio o largo plazo».

La ministra reconoció que las circunstancias actuales no son las mismas que cuando las comunidades autónomas hicieron sus previsiones de demanda de agua, debido al incremento de la población, el cambio climático o los planes de ordenación del territorio, «y ahí tendremos que trabajar».