TW
0

Los Gobiernos de Aragón, Valencia y Murcia han anunciado respuestas jurídicas a la solución acordada por el Gobierno y la Generalitat de Cataluña para abastecer de agua al área metropolitana de Barcelona.

El Ejecutivo ha insistido en que no ha autorizado ningún trasvase del Ebro, pero la propuesta ha suscitado la polémica entre los partidos políticos, el sindicato UGT y las principales organizaciones ecologistas.

En una reunión extraordinaria celebrada ayer por la mañana, el Gobierno de Aragón reiteró su oposición al trasvase y aprobó encargar a sus servicios jurídicos y a la Comisión Jurídica Asesora la elaboración de un informe para determinar si el proyecto de transferencia de agua a Barcelona es jurídicamente un trasvase.

Por su parte, el Ejecutivo valenciano estudia medidas legales para «hacer extensible» a la Comunitat Valenciana, Murcia y Almería «decisiones» como prolongar el llamado «minitrasvase» del Ebro a Tarragona para llevar agua a Barcelona.

El jefe del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, se reunió con el presidente de la Generalitat, José Montilla, y le trasladó su respaldo al acuerdo logrado para hacer frente al problema de falta de agua en Barcelona, una situación que ha recalcado que es excepcional.

Por su parte, el PP, a través de su portavoz en el Congreso, Soraya Sáenz de Santamaría, anunció que su partido pedirá la comparecencia urgente del presidente del Gobierno en la Cámara baja para que explique su «rectificación en la política de aguas» y si va a adoptar medidas similares en otras zonas.

El portavoz socialista en el Congreso, José Antonio Alonso, explicó que el Gobierno está obligado a garantizar el suministro de agua a los ciudadanos «sean de donde sean» y por ello, si no llueve en Catalunya, habrán de acometerse las obras necesarias para llevar agua desde el Ebro a Barcelona.

Las principales organizaciones ecologistas, Amigos de la Tierra, Ecologistas en Acción, Greenpeace, SEO/BirdLife y WWF/Adena, aseguraron que la solución acordada por el Gobierno y la Generalitat de Cataluña es un trasvase y se han manifestado rotundamente en contra.