El dirigente de la ilegalizada Batasuna abandona su domicilio de la localidad navarra de Berriozar escoltado por varios policías nacionales. Foto: EFE

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OTR/PRESS-PAMPLONA-BILBAO

Nuevo golpe a la ilegalizada y ya maltrecha Batasuna. Agentes de la Policía Nacional detuvieron ayer, por orden del juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón, a Pernando Barrena y Patxi Urrutia, dos de los pocos miembros de la dirección de Batasuna que todavía estaban en libertad. Garzón también ordenó el arresto de Unai Fano, al que los agentes no encontraron en su casa.

Los nuevos arrestos llegan en el marco de la investigación que lleva el magistrado sobre la nueva dirección de Batasuna y después de que los tres participaran el pasado sábado en un acto organizado por la formación ilegalizada en Pamplona.

Barrena, Fano y Urrutia acudieron el pasado sábado hasta un hotel de Pamplona para participar en un acto organizado por Batasuna sobre las negociaciones de Loyola, las conversaciones que mantuvieron dirigentes de la formación abertzale durante el proceso con PNV y PSE. Tras su intervención, Barrena, líder en la práctica de Batasuna, proclamó que con toda seguridad la izquierda abertzale estará en las próximas elecciones.

Un actuación que no difiere mucho de lo que venía haciendo desde hace meses Barrena, omnipresente desde que a principios de octubre cayera en Segura la cúpula de Batasuna, pero que en esta ocasión ha sido considerada por Garzón como prueba para ordenar las detenciones. Barrena se encontraba actualmente en libertad bajo fianza imputado por un delito de integración en organización terrorista dentro del sumario en el que Garzón investiga la vinculación de Batasuna y ETA a través de la red de herriko tabernas.

El dirigente de Batasuna fue detenido en la localidad navarra de Berriozar y tras su arresto acompañó a los agentes de la Policía Nacional a su domicilio en este municipio para efectuar un registro que duró cerca de dos horas. Sobre las cuatro de la tarde los efectivos policiales salieron de la casa de Barrena con tres cajas, un fax y una foto enmarcada con el anagrama de la banda terrorista ETA.