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Marruecos juzgará, a petición de España, a Abdelilah Hriz, presunto autor material de los atentados del 11-M en Madrid. La Policía española encontró en muestras genéticas del sospechoso en la casa de Leganés donde se suicidaron siete islamistas, y en un pantalón hallado en la finca donde se prepararon los explosivos. Ante estos indicios, el juez de la Audiencia Nacional Juan del Olmo se desplazó al reino alauí para interponer una denuncia con la que instaba a iniciar el proceso contra Hriz, que previsiblemente será juzgado en Marruecos.

El presunto islamista, de 29 años, se encontraba en libertad, pese a que sus huellas fueron encontradas en el piso de la localidad madrileña de Leganés. En los escombros de este domicilio, según fuentes jurídicas, se encontraron muestras genéticas de Hriz en un peine. Además, también se encontraron muestras genéticas en un pantalón manchado de sangre localizado en la finca de Chinchón donde se prepararon los artefactos de Atocha, ocurridos en 2004.

Tras esta detención, corresponderá a la justicia marroquí concluir la causa criminal por la que será procesado y juzgado. En su día, Del olmo decretó el ingreso en prisión de Hriz por 191 asesinatos, 1.811 en grado de tentativa, cuatro estragos y un delito de tráfico, tenencia, suministro y depósito de sustancias explosivas.

Gestión directa
El arresto coincidió con la presencia en Rabat del fiscal jefe de la Audiencia Nacional, Javier Zaragoza, que estuvo acompañado por la también representante del Ministerio Público Dolores Delgado, quien confirmó una detención que concluye las gestiones directas efectuadas por la justicia española. A finales del pasado mes de diciembre, y ante la ausencia de convenio de extradición entre España y Marruecos, el magistrado Juan del Olmo se desplazó a la capital alauí para interponer una denuncia oficial contra Hriz e instar a sus colegas marroquíes de la necesidad de iniciar el proceso.

Contó con la colaboración del juez de enlace de España en Marruecos, Angel Llorente, quien se trasladó el 7 de enero a la Audiencia Nacional para recoger la denuncia oficial traducida al árabe y que ocupa dos tomos.

Se trata de la primera vez en que se usa este mecanismo legal para salvar las dificultades derivadas de la falta de convenio de extradición entre países y que, como consecuencia, impide que el país magrebí entregue sus nacionales reclamados por la justicia española y viceversa.