El material escondido por los terroristas e incautado por la policía fue expuesto en San Sebastián. Foto: JUAN HERRERO/EFE

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OTR/PRESS-PAMPLONA/MADRID

Además del zulo hallado el lunes por la Guardia Civil en la localidad oscense de Sabiñánigo, donde ETA escondía una docena de detonadores, cinco temporizadores y 125 kilos de diversos componentes explosivos, la detención el pasado domingo en las cercanías las cercanías de Mondragón (Guipúzcoa) de dos etarras, Igor Portu y Martín Sarasola, ha permitido a la Guardia Civil encontrar un segundo zulo. El segundo zulo estaba escondido en la casa que se estaba construyendo Sarasola en su pueblo, la localidad navarra de Lesaka. Ambos supuestamente compartían pertenencia a la banda terrorista con otros dos hombres identificados ayer y buscados por las Fuerzas de Seguridad: Mikel San Sebastián y José Iturbide.

El segundo zulo encontrado ayer por la tarde en Lesaka se ubica a 500 metros de esta localidad navarra, en la casa que se estaba construyendo Sarasola en su pueblo y a la que los agentes accedieron para registrarla a las 20.00 horas, una vez obtenida la autorización judicial.

Los agentes de la Guardia Civil localizaron el zulo de Huesca el lunes por la tarde gracias a una especie de plano, un «croquis» según dijo el propio ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, que llevaba encima uno de los dos etarras detenidos. En él los agentes de la Benemérita han encontrado 107 kilos de nitrato -distribuidos en 63 bolsas de 1,7 kg cada una- 18,9 de polvo de aluminio -almacenado en otras en 63 bolsas de 0,3 Kg cada una- y 83 gramos de pentrita.

Además, junto a los componentes explosivos han hallado 5 temporizadores, 12 detonadores y 9 rollos de cordón detonante. El nitrato, junto al polvo de aluminio y el detonador son utilizados habitualmente por la banda para la fabricación de explosivos. Un verdadero arsenal que se encontraba distribuido en tres bidones recubierto de un aislante.