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OTR/PRESS-ÀVILA El dolor fue el protagonista durante la jornada de hoy en El Tiemblo (Avila), localidad natal del guardia civil Fernando Trapero, asesinado por ETA el pasado día 1 de diciembre en la localidad francesa de Capbreton, junto a su compañero Raúl Centeno. Allí, más de 3.000 personas secundaron la manifestación convocada por el consistorio por la paz y contra ETA después de que el cuerpo del agente fuera enterrado en el cementerio de la localidad.

Tras finalizar la multitudinaria marcha, se leyó un manifiesto aprobado por todo el pleno de la localidad abulense, en el que además de condenar el «atentado criminal que ha costado la vida a dos jóvenes defensores de la libertad de todos los españoles», se exigió al Gobierno que ilegalice «a todos aquellos partidos y asociaciones» que no condenen la violencia, así como que «persiga con la fuerza de la justicia a todos aquellos que haciendo apología del terrorismo son igualmente culpables de este crimen».

Un amigo de Trapero, 'Juanga', realizó unas declaraciones en nombre del grupo de amigos de la víctima y aseguró que «estamos orgullosos porque luchó por su vida hasta que detuvieron a sus asesinos», además de recordar las últimas palabras del agente, que salieron a la luz ayer tras descubrirse el viernes una grabación realizada en el interior del coche de los guardias civiles, lugar en el que previsiblemente fueron asesinados. Al parecer, después de que los etarras se sentaran en el asiento trasero del vehículo y llamaran «txakurras (perros)» a los miembros del Cuerpo Armado, Trapero les espetó: «Sois unos asesinos, hijos de puta».