El ex ministro de Defensa mantuvo ayer una reunión con el presidente del Gobierno. Foto: ÁNGEL DÍAZ/EFE

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José Bono ha vuelto a la primera línea de la política, de donde nunca llegó a marcharse del todo. El ex ministro de Defensa se incorpora a la carrera electoral como número uno de las listas del PSOE por Toledo poco después del pistoletazo de salida y nada preocupado por que se le considere un activo para captar votos entre la derecha. Sin embargo, y aunque el secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, confirmó ayer que le propondrá como candidato a la Presidencia del Congreso si gana las elecciones, Bono no quiso adelantar acontecimientos, para no caer en la «prepotencia».

Las opiniones sobre su reincorporación son diversas, en el PP creen que el ex ministro «le da el beso de Judas» al presidente del Gobierno, mientras que Manuel Marín, a cuyo puesto aspira Bono, prefiere no opinar: «Yo ya no soy de este mundo».

Motivos personales

El ex ministro confirmó su reincorporación a la vida política, de la que se marchó hace casi dos años por «motivos personales» tras una reunión en la sede socialista de la madrileña calle Ferraz con Zapatero. En una rueda de prensa posterior, el secretario de Organización del PSOE, José Blanco, que compareció junto a Bono, justificó el hecho de que se postule ya al ex ministro como candidato a la Presidencia del Congreso como «un acto de transparencia» de cara a los ciudadanos y al proceso electoral del próximo marzo de 2008, aunque no aclaró si se desvelarán los candidatos a la Presidencia del Senado o a los ministerios.

Bono recordó que cuando dimitió como ministro de Defensa, Zapatero le advirtió que insistiría para que volviera, y «no ha cesado desde entonces de hacerlo». Así, a partir de ahora, trabajará para el PSOE «como un peón» en un tablero de ajedrez, con el fin de lograr una mayoría amplia en las elecciones «y si es absoluta no crea que voy a lamentarlo».