TW
0

El presidente del PP, Mariano Rajoy, volvió a reiterar ayer el rechazo de su formación a la conocida como Ley de la Memoria Histórica, que hoy empezará a discutirse en la Ponencia correspondiente de la Comisión Constitucional del Congreso, después de meses congelada en el Parlamento. A juicio de Rajoy, esta norma sólo traerá «problemas» y «divisiones» y que traerá al recuerdo de los jóvenes «cosas que todos queremos olvidar». Pese a este rechazo de plano del líder popular, el PSOE insistió en que no se pueden descartar acercamientos al acuerdo de PP y ERC.

«Qué necesidad tenemos los políticos de crear más problemas», se preguntó el líder del PP, y aseguró que «hace tiempo» ya habló con el presidente Rodríguez Zapatero y le instó a no incluir la norma en su programa electoral, como de hecho hizo. Según el presidente de los populares, esta ley sólo traerá «problemas» y «divisiones», además de que «no va a satisfacer a nadie».

«España tiene una historia tormentosa, los últimos 200 años han sido difíciles, hemos tenido tres guerras, la última ha sido tremenda», recordó el presidente del PP, y remarcó además que durante la Transición «gente que provenía de muy diversos orígenes se pusieron de acuerdo en unas cuantas cosas». «Dijeron: vamos a mirar al futuro, aprobaron la Ley de Amnistía», continuó, al tiempo que rememoró que, desde entonces, se han aprobado en el Parlamento ocho leyes «con el apoyo de todos los grupos» para reconocer «principalmente» derechos económicos a las víctimas de la Guerra.

Sin embargo, remarcó, «ningún presidente aprobó una ley de estas características», que «sólo va a generar problemas, divisiones y no va a satisfacer a nadie», además de que «para las generaciones más jóvenes puede traer a su memoria cosas que todos queremos olvidar».

Pese a estas declaraciones del todo contrarias a cualquier acuerdo, el portavoz del PSOE en el Congreso, Diego López Garrido, no descartó que se produzcan «acercamientos» al consenso con los otros siete grupos parlamentarios de los dos únicos díscolos, PP y ERC, ya que, a su juicio, «no es fácil» argumentar su rechazo a la Ley de la Memoria Histórica. Sin embargo, a reglón seguido, el socialista reconoció que los republicanos podrían oponerse por querer «ir más lejos» y los populares porque «no quieren llegar a un acuerdo con el Gobierno absolutamente en nada».