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El Gobierno rechazó transferir a la Comunidad de Madrid la gestión de la red regional de cercanías aunque sí podrá participar en su planificación, y le ofreció un convenio de carreteras que permitirá construir la R-1, cerrar la M-50 y que el Ejecutivo madrileño asuma las competencias de la M-40.

Este fue uno de los compromisos alcanzados por el jefe del Ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero, y la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, en el encuentro de dos horas que mantuvieron en el Palacio de la Moncloa, el primero que celebran tras las elecciones autonómicas y el tercero en lo que va de legislatura. En la reunión, Zapatero se mostró dispuesto a que la Comunidad participe en la gestión de la red de Cercanías de la región pero no así a efectuar el traspaso de las competencias, puesto que en el Estatuto de autonomía madrileño no figura esta materia que, en cambio, sí queda recogida en el de Cataluña, según explicó la ministra de Administraciones Públicas, Elena Salgado, al término de la reunión.

Sin embargo, fuentes de la Comunidad de Madrid precisaron que el estatuto de la región en su artículo 26.1.6 afirma que la autonomía «tiene competencia exclusiva sobre ferrocarriles, cuyo itinerario discurra íntegramente» por su territorio.

Aguirre anunció que en el mes de octubre se celebrará una reunión en la que se pondrá «negro sobre blanco» en relación a las condiciones en las que se producirá esa participación en las Cercanías.

Anunció, además, que la próxima semana presentará al Gobierno un borrador del convenio que le ha ofrecido hoy firmar Zapatero para mejorar y ampliar las carreteras de la Comunidad en el que el Ejecutivo central no incluye la construcción de la radial R-6 de peaje.

El convenio, que deberá firmarse antes de un mes, recoge la licitación de la carretera radial R-1 de peaje, el apoyo del Gobierno al cierre de la M-50, el traspaso de la M-40 y una aportación del Estado de 400 millones de euros para acometer mejoras en esta vía, además de mejoras en las autovías nacionales 1, 2, 3, 4 y 5.

Respecto a Barajas, Zapatero comunicó a Aguirre su deseo de dar participación a la Comunidad en la gestión del aeropuerto, y apoyó los planes del Gobierno regional de construir uno nuevo destinado a carga.