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EFE-BARCELONA El presidente de la Generalitat, José Montilla, ha encargado al conseller de Obras Públicas, Joaquim Nadal, un mapa de las infraestructuras catalanas y pedirá a Fomento una mayor inversión ferroviaria en Catalunya, según ha explicado ayer el conseller de la vicepresidencia, Josep Lluís Carod-Rovira.

Estas han sido dos de las conclusiones de la reunión mantenida ayer en el Palau de la Generalitat por José Montilla con el núcleo del gobierno catalán con la finalidad de garantizar el normal funcionamiento de las infraestructuras catalanas a la vuelta del verano.

Carod-Rovira ha señalado que «el mapa de infraestructuras en Catalunya ha de reflejar la realidad de la ejecución de obras, los calendarios de licitación y los vacíos de realización, que ni siquiera están licitados pero que son necesarios».

Factores
Una de las conclusiones a las que se ha llegado ayer, según Carod-Rovira, es que uno de los factores que retrasa la ejecución de obras en Cataluña son «los informes de impacto ambiental que han de llegar desde Madrid, que van a un ritmo que perjudica la ejecución que Catalunya necesita».

El vicepresidente catalán se ha mostrado confiado en que «el Estatut habla del 18'8% de inversión del Estado en infraestructuras y esto se ha de traducir en infraestructuras no sólo en las de transporte, sino también en las de I+D, las sanitarias y las de comunicaciones».

Por otra parte, se quiere aprovechar la creación del grupo de coordinación de Cercanías, que encabeza el secretario de Estado de Infraestructuras, Víctor Morlán, para reclamar más inversión ferroviaria en Catalunya.

Carod-Rovira ha explicado que la Generalitat pedirá a Fomento el «desdoblamiento de la vía Barcelona-Vic, la conexión por tren entre Castelldefls y Cornella y la prolongación de la vía doble de Arenys de Mar hasta Blanes».

El vicepresidente catalán ha matizado que estas líneas ya estaban pactadas anteriormente y de lo que se trata es que se puedan llevar a cabo los proyectos.

Mientras, en pleno proceso de depuración de responsabilidades por la crisis en las infraestructuras catalanas que ha azotado la comunidad autónoma este verano, los políticos de distinto signo continúan intentando lavarse las manos ante la falta de suministro eléctrico, los accidentes ferroviarios y las continuas retenciones en las autopistas.