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OTR/PRESS
Al Qaeda como autora y Occidente como objetivo, son dos de las conclusiones a las que ha llegado el Gobierno yemení, que ofrece 55.000 de recompensa por informaciones. El ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Angel Moratinos no ve «ninguna» relación entre el ataque en el que fallecieron siete españoles y otros seis resultaron heridos y el sucedido en el Líbano hace más de una semana en el que perdieron la vida seis militares. De todas formas, para tratar de esclarecer lo sucedido y desarrollar una investigación conjunta, la Policía Científica española se encuentra en la región analizando circunstancias y colaborando en la identificación de cadáveres, a la espera de la repatriación.

Fuentes de seguridad yemeníes destacaron lo inesperado en fecha de un ataque previsto por las autoridades. «Lo han hecho para despistar», subrayaron las mismas fuentes. Y es que, tal y como confirmó el presidente de Yemen, Alí Abdulá Salé, «los responsables de seguridad tenían información de que elementos de Al Qaeda estaban preparando atentados terroristas». Lástima que, según Salé, «el templo de Bilquis, situado en la región de Mareb, no había sido tomado en consideración» como posible objetivo. Para tratar de lograr nuevos avances en las pesquisas, el presidente yemení anunció en rueda de prensa una recompensa de unos 55.000 euros para quien aporte información sobre los responsables del atentado.

Moratinos compareció ante los medios en ese mismo lugar para confirmar las intenciones trasladadas por su homólogo en Yemen, Abu Bakr Abdallah, de perseguir «sin descanso a los sujetos que están detrás de este acto terrorista y criminal». «Buscan dañar la estabilidad política y los intereses económicos del país y su reputación internacional», señaló el titular de Asuntos Exteriores.

Una de las turistas que sobrevivió al atentado, la vizcaína Begoña Larrabeiti, aseguró haber vivido una «pesadilla absoluta». Larrabeiti salió viva de un ataque suicida con coche que sesgó la vida de siete españoles, dos ciudadanos yemeníes y, además, hirió a otros seis españoles. Entre estos últimos se encuentra la alavesa María Asunción Vitorica, la más grave. Según informó el Ministerio de Asuntos Exteriores, se encuentra estabilizada y con ventilación asistida tras haber precisado una intervención de neurocirugía.

Para repatriar a fallecidos y heridos, un avión de la Fuerza Aérea viajó a la zona con el ministro de Industria, Turismo y Comercio, Joan Clos, el secretario de Estado de Exteriores, Bernardino León, el delegado del Gobierno vasco en Madrid y un equipo de la Comisaría General de la Policía Científica, compuesto por el jefe de Grupos Terroristas, un antropólogo y un médico biólogo.